El día del Arquero... Tricolor

"Parece inevitable que donde sea
que un juego evolucionó a tener goles,
alguna forma de evitarlos surgió".
Michael Drayton

Los arqueros de la historia argentina pretendieron e institucionalizaron el "Día del Arquero" los 12 de julio para inmortalizar una de las posiciones más difícil de jugar, debido a su gran complejidad y responsabilidad. La iniciativa fue llevada a cabo por Amadeo Carrizo y acompañada por Héctor Baley, Juan Derderían, Hugo Trucchia, Héctor Tocalli, Ezequiel Balberdi, Antonio Roma, Antonio Camaratta y Agustín Irusta, entre otros.
En la historia del arco Tricolor, muchos fueron los porteros que se colgaron el buzo y los guantes para defender los intereses del equipo más ganador del fútbol de La Costa. Los privilegiados de esta historia, son Miguel Giménez y el “polaco” Daciuck, que se alistaron debajo de los tres palos en los primeros años de vida. Sucediéndolos, Daniel Núñez, que vistió la casaca tricolor durante 130 partidos durante la década del ´80, siendo, a su vez, el portero con más presencias pero paradójicamente, nunca pudo coronarse campeón, ya que dejo las filas del C.A.D.U. en 1988.
Justamente, el paraguayo Julio Sosa, asomo en la meta tricolor y en 25 partidos jugados, recibió la misma cantidad de goles para consagrar al Tricolor por primera vez en la historia como el mejor equipo de La Costa. Según Raúl Vallejos, técnico campeón de la temporada ´88, fue el mejor arquero que vio en el club.
En los años posteriores, muchos fueron los cancerberos que quisieron amurallar la meta de gol pero muchos pasaron sin éxito hasta que en 1994, en su regreso a la Institución, el “flaco” Huck se inmortalizo en la historia grande del Tricolor, cuando en la final ante San Bernardo le detuvo los disparos a Lizardo (quién años más tarde dejaría su huella ganando los campeonatos 98-99-00 y 01) y a Méndez desde los doce pasos y así, conseguir el segundo título del C.A.D.U.
Confirmada la tempranera despedida del fútbol de Ariel Huck en 1995, el técnico Rubén Velázquez fue en busca de Diego Lemos, quién había dejada la última zaga para defender el arco del principiante equipo Barrio San Martín. Y así fue que desde el ´96 hasta el ´01, la “babosa” se adueño de los tres palos y llevo consigo un total de 9 títulos que lo adjudica como el portero más ganador del Tricolor. Velázquez dijo “Su personalidad y voz de mando le ayudo para convertirse en una pieza fundamental del equipo” y agregó “lo que atajo en la final ante El León de Madariaga fue descomunal”.
Luego de su cuestionada salida, apareció Bruno Rinaldi, que tan sólo con 17 años se plantó en la línea de fusilamiento en un cotejo del Torneo Argentino “B” en 2001 y desde allí, sus guantes fueron creciendo con el tiempo hasta convertirse indiscutidamente en el cancerbero titular. Pues, tiene el récord de la valla invicta en Defensores Unidos, conseguida en la temporada ´03 cuando mantuvo el arco en cero durante 638 minutos.
Hoy, comparte el puesto de arquero con Roberto “pájaro” González, un jugador que podría calzarse el buzo en cualquier equipo de la Liga y ser titular, ya que en la temporada anterior, demostró sus cualidades de arquero ágil y potente al consagrarse campeón del Apertura.
En fin, el puesto más riesgoso y cuestionado que tiene el mundo fútbol, tiene su día y nosotros, desde estas líneas, queremos agradecerles a todos los que con su esfuerzo han sabido capitalizar una alegría a la familia tricolor. ¡Felicidades!

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