En tiempo recuperado, Maldonado le dio la victoria agónica al conjunto de Argüelles por la mínima diferencia y sigue en la punta del campeonato. Mon, vio la roja a los 20´ de la primera etapa. Buen arbitraje de González.
Con la premisa de que los
clásicos se ganan o se empatan, salió el Tricolor al campo de juego a enfrentar
a su archirrival. Pues, la actualidad de ambos, es totalmente diferente. El
local, marcha en la antepenúltima posición y sigue sin poder ganar en el
certamen (PJ9-PG0-PE4-PP5) y la visita, se recuperó de la dura derrota ante
Porvenir de la fecha pasada.
Con un esquema clásico 1-4-3-1-2,
el Tricolor se paró a veinte metros de su portero y así achicar las líneas para
reducir el juego ofensivo del rival en un reducto pequeño y de una
impresentable superficie.
Pero este esquema, se derrumbó
con la segunda amonestación de Mon y la siguiente expulsión del defensor, que
obligó a Perger ocupar el sector izquierdo de la defensa y a Niggli, el ala
derecha, quedando como líbero Peluzo.
Los presentes, se imaginaron que
Social ST iba a salir a buscar un poco más arriba el partido pero nada de eso
sucedió. Siguió con sus cuatro hombres en el medio y su línea de 4 volantes,
adelantando unos metros a Mole, por el sector derecho.
La más claras de la primera
mitad, por el lado del local, estuvieron en los zapatos de Isson, que
inexplicablemente intentó un taco en la misma área chica cuando solo tenía que
empujarla al fondo de la red. En tanto, el Tricolor tuvo la apertura del
marcador en Magallanes, pero su disparo cayó mansito en las manos del uno y
Santana, no pudo conectar un centro desde la derecha y el balón cruzo mansamente
todo el arco.
En el complemento, el Tricolor salió
a esperar a su rival y salir de contra con Santana y Maldonado pero la última línea
local no se adelantó en el terreno de juego y no se producían los espacios para
desequilibrar. De espaldas al arco, los puntos aguantaban el balón para
fabricar infracciones cerca de la portería de Alegre.
Social ST, abuso del pelotazo y
nunca marcó la diferencia del hombre de más. Su amnesia futbolística lo volcó
al hombre contra hombre dejando de lado abrir el campo de juego para aprovechar
los espacios que se producen cuando hay diferencia numérica. Su mejor jugador
en ataque, Mole, desperdició un gol insólito ante Rinaldi, que le sirvió la
pelota cuando tenía el arco a su merced.
Ya en tiempo recuperado, Santana
recibió el balón en el borde del área y de vaselina dejó en ridículo a su
marcador que lo volteó cuando iba a enfrentar al portero. González, de buen arbitraje,
no cobró la pena máxima y expulsó a Pérez.
Maldonado, se paró a un metro del
balón y por sobre la humanidad de la barrera, le dio un pase a la red. Golazo
del 7 bravo que mostró su mejor cara desde que viste la casaca del equipo más
ganador del fútbol local. Y festejo agónico. Fiesta Tricolor.
Los dos minutos restantes, fue un
desconcierto para el local, que tuvo 70´minutos con ventaja deportiva y que no
la supo aprovechar. Como tampoco, la posibilidad de reivindicarse con su gente
con un triunfo con el clásico rival.
El Tricolor, con el pitazo final, se desahogó en el círculo central formando un puñado de hombres que respondieron a las circunstancias porque el partido lo "tenía" que ganar y lo ganó... La fiesta es de papá
sangretricolor.blogspot.com
Fotos: José Iubiza
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