¿Y ahora qué?

Somos los que hacemos, y sobre todo lo que hacemos para cambiar lo que somos. Buscando encender conciencias y revelar la verdad que en definitiva, es nuestra verdad. Uno a veces escribe para desorientar a la muerte y agarrotar los fantasmas que por dentro nos acosan; pero lo que uno escribe puede ser históricamente útil sólo cuando de alguna manera coincide con la necesidad colectiva de otros.

Mucho se ha discutido en torno de las formas directas de censura bajo los diversos regímenes sociales y políticos en la Argentina pero la censura indirecta actúa de un modo más sutil. No por menos aparente es menos real. Cuando escribimos lo hacemos contra la propia soledad y la soledad de los otros, suponiendo que la comunicación trasmite conocimientos y actúa sobre el lenguaje y la conducta de quien la recibe y en conclusión, nos ayuda a conocernos mejor para salvarnos juntos.

Por dos semanas estuvimos ausentes, desencontrados con la palabra y el acto, quizás el o la persona que se encargó de hacerlo, se le voló o quizás, ya cumplió con su cometido y dio rienda suelta a nuestra ilusión de estar semanalmente otra vez, junto a ustedes.

Ayer, el Tricolor festejó los 31 años de vida y no pudimos estar presentes con la pluma y el papel, y lamentamos dicho acontecimiento pero, hoy, un día después, cuando veo en el monitor de la PC el blog y la titulación SANGRE TRICOLOR, fue como revivir y estar de nuevo en el corazón de cada hincha del Club Atlético Defensores Unidos.

Mucho hubiese escrito sobre éstos 31 años, sobre los presidentes, los técnicos, la mejor campaña, los mejores jugadores, los títulos, las epopeyas en campos visitantes, el triunfo en el estadio mundialista de Mar del Plata, la inauguración del Polideportivo, etc pero hoy, me conformo con estar y apretar cada letra del teclado y formar una palabra: C.A.D.U.

Creo en este oficio y en el instrumento de la palabra pero desconfiemos de los aplausos. A veces nos felicitan quienes nos consideran inocuos.

sangretricolor.blogspot.com