martes, 4 de septiembre de 2007

Nota:

Por problemas personales, provisoriamente, no actualizare el blog tricolor. En cuanto soluciones dichos inconvenientes, le estaré informando semana a semana las noticias del equipo más ganador del fútbol de La Costa.

Atentamente, Matías Schenón.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Fútbol y Literatura: Hambre de gol

“No se le ocurra meter un gol antes de los seis minutos
porque nos quedamos sin récord.
Nosotros tenemos que estar en todas las conversaciones,
en las buenas y en las malas.
Después de los seis minutos hagan lo que quieran…”

Carlos Bilardo

El Club Atlético Defensores Unidos (C.A.D.U.) estaba realizando en el verano de 1995 la clásica pretemporada en las playas de Santa Teresita. En el grupo de jugadores se visualizaban nuevas caras, pero de todas sobresalía la figura de un rubio de pelo largo, flaco y de mediana altura. Se llama Javier Vidal, era la última incorporación del C.A.D.U., y poseía la chapa de buen jugador por su paso por las inferiores de Racing Club de Avellaneda. Esto nunca fue confirmado pero, para los conjuntos humildes como Defensores Unidos, no está nada mal sumar futbolistas al plantel.

El zaguero, esa era su posición natural, hacía creer a compañeros y cuerpo técnico que podía ser muy útil para el equipo, que hasta entonces, dirigía Rubén Velázquez. El defensor cumplió en los primeros cotejos con lo mínimo y necesario pero a medida que surgieron los partidos el "Rubio" se fue afianzando. Poco a poco comenzó a demostrar que era un hueso duro de roer, que era muy difícil pasarlo en velocidad, que ganaba en las alturas pese a su físico y que tenía una fiereza en la marca, normal en la zona, pero que en el C.A.D.U. sólo aportaba la "Chancha" Niggli.

Era un grupo joven, con un promedio de edad de 19 años, y con escasa experiencia. Es por esto que Javier Vidal, con apenas 23 años, se convirtió rápidamente, por juego y personalidad, en uno de los líderes de los "Naranja", "Amarilla" y "Negro".

Todas estas virtudes eran opacadas por la falta de capacidad técnica a la hora de dominar el balón. Vidal, sin vergüenza, le daba de punta lo más alto y lejos posible; cuando no le pifiaba y hacia trabajar horas extras al portero Diego "Babosa" Lemos, que más de una vez le salvó el pellejo al rústico central. Durante ese año el grupo se unió como ningún otro pero no pudieron lograr el ansiado campeonato porque en la última fecha perdieron 1 a 0 con el Social, Deportivo y Cultural Mar del Tuyú.

Javier Vidal se llevó, esa tarde, todos los insultos porque había nacido, incluso futbolísticamente, en el pueblo que le ahogó el grito de campeón. El zaguero se retiró de la cancha masticando bronca, con los ojos brillosos al borde del llanto y el corazón partido en mil pedazos. En el vestuario, junto a sus compañeros, juró venganza.

Un año después, se enfrentaron nuevamente en la definición del torneo Challenger Coca-Cola. En esa ocasión Defensores Unidos se alzó con la victoria al vencer a la "Naranja Mecánica" por 5 a 2. Vidal se vengó. Jugó uno de los mejores partidos de su vida y anuló al famoso y peligroso delantero "Japo" Beltrán. Pero no todo fue dulce. El "Rubio" fue el centro de todas las gastadas, de propios y rivales, porque en su afán de despejar lejos, de puntín como de costumbre, volvió a chinguear y le cambió el palo a la "Babosa" Lemos después de un remate de Farrán. Esta vez, el arquero no lo pudo salvar y el balón entró, caprichosamente, junto al poste. Gol en contra.

En 1997 llegó a la dirección técnica de Defensores Unidos el ex-lateral derecho de Estudiantes de La Plata, Abel Herrera. El equipo perdió el rumbo y, en el Apertura, el C.A.D.U. tuvo una de los performances más pobres de los últimos torneos. Ahora juraron revancha, junto a Vidal, con la bronca entreverada entre los dientes, todos los integrantes del plantel. En el Clausura, pudieron revertir la pésima campaña por el temperamento de todos los jugadores, principalmente, por los referentes como el "Rubio". Defensores goleó a Las Toninas por 7 a 0, a Mar de Ajo y a Mar del Tuyú le ganaron 5 a 1 y a San Clemente le metieron cuatro "pepas", entre otros resultados. A pesar del aluvión de goles, Vidal no convirtió ningún tanto, algo que lo tenía algo traumado. Su equipo tuvo que definir con el Social Santa Teresita el título de la Liga de La Costa en una súper final.

Se jugó en cancha neutral, la del Cosme Argerich de San Clemente, en un día lluvioso, con mucho barro, repleto de gente y con veintidós jugadores que no sólo querían coronarse sino, que también, defender el orgullo y el honor de cada institución. ¿Hay algo más lindo que jugar una final contra tu archirival bajo una cortina de agua que te molesta la visión y con barro hasta los tobillos? NADA.

Pero el destino quiso que la historia se repitiera otra vez, como en el 96'. Los de Defensores festejaron revolcándose en las lagunas de la cancha-potrero (más parecido a un chiquero) y Vidal, el áspero defensor era humillado cruelmente por todo el mundo. El partido finalizó 3 a 2 y el zaguero hizo, nuevamente, un gol en contra. El segundo de su carrera.

"Un accidente lo tiene cualquiera, pero dos... ", le dijo el "Pebete" Letieri, capitán y compañero de la zaga central. "Che, Javi, cuando te vas a equivocar en el arco contrario", lo crucificaba el "narigón" Galván. En cada entrenamiento todos sus compañeros le remarcaban sus errores partiéndole el alma al experto del puntín.

A él no le importó nada y siguió entrenando con la ilusión de romper el maleficio. Sabía que el fútbol da revancha y que cuando llegara ese día iba a gozar hasta el cansancio. No juró, pero prometió que si hacia un gol se retiraba, que no jugaba más, colgaba los "timbos" y se iba por la puerta de adelante.

En 1998, Defensores Unidos, jugó con el Cosme y, la victoria por 5 a 0 le permitió asegurarse el primer puesto ya que a falta de una fecha aventajaba al segundo, Jubilados y Pensionados de Lavalle, por tres unidades. El partido se llevó a cabo en la cancha de Las Toninas donde el C.A.D.U. hacia de local por la falta de estadio propio. Javier Vidal declaró que le vendería el alma al diablo para volver el tiempo atrás y cambiar la mala pasada que le jugó la vida esa tarde.

Transcurrían 45 minutos del segundo tiempo, el encuentro estaba en su agonía pero faltaba lo más importante. El flaco "Zuetta" sancionó un claro penal para Defensores por una falta clara a Juan Gabriel Moreno. Todos los muchachos se miraron, y con el partido definido, le pidieron al "Rubio" que se hiciera cargo de la ejecución de la pena máxima para acabar con su mala racha. El zaguero cruzó todo el terreno, de área a área, con un trote sobrador, canchero y colocó el balón a once metros del portal de las alegrías. El arquero, un tal Salvatierra, tenía un gran oficio, pero su físico estaba lejos del estereotipo normal de un guardameta. Medía 1.65 y pesaba alrededor de 90 kilogramos. Así y todo, era bastante ducho en el tema.

Javier Vidal esperó ansioso el pitazo del árbitro con una sonrisa de oreja a oreja que copaba la totalidad de su rostro. Tomó cuatro o cinco pasos de carrera, se puso las manos en la cintura - de pollo -, el pie izquierdo adelantado y el puntín del botín derecho, roto en la punta por el desgaste, preparado para fusilar al portero. Era la oportunidad que siempre quiso y nunca había tenido.

Priii, sonó el silbato. Silencio total. Todos dispuestos a festejar junto al defensor como, éste, soñaba y practicaba en cada entrenamiento. PUM, la pelota salió despedida. Le dio de puntín, al medio del arco, arriba, como para asegurar el tanto, pero no. El "Gordito" se quedó estaqueado en el centro y rechazó la globa hasta el infinito desbaratando toda esperanza de Javier Vidal y de todos sus compañeros, que a esa altura, tenían tantas ganas de que hiciera el gol como el "Rubio".

Se quedó perplejo, shoqueado, pensando en la posibilidad desperdiciada y mirando el punto blanco, que marca el penal, como pidiéndole explicaciones a sus desdichas. A los dos días, cuando todos se juntaron para transpirar la camiseta en las duras jornadas de conos naranjas, sogas, alargues y piques, muchos lo tildaron de pecho frío, de desangrado. Pero ese día dio la cara, como siempre, porque sabía que esos calificativos no eran compatibles con su temperamento.

Después de consagrarse campeón, por problemas laborales, se alejó por unos meses de Santa Teresita. Tenía la necesidad de cambiar la imagen, pero por el momento no podía. Se mudó a Puerto Madryn, donde nadie lo conocía. Consiguió laburo, vivía bien, pero le faltaba algo, tenía la sangre en el ojo, y volvió. Volvió, para saldar viejas cuentas, con mucho hambre, hambre de gol.

No estaba bien físicamente, pero regresó, y jugó como siempre, con huevos. Una tarde soleada de un frío invierno, con una final de por medio, Javier Vidal convirtió el esperado gol que lo llevaría a la gloria. Fue a la salida de un córner. Rebotes por acá, rebotes por allá, la bocha sin dueño picaba en el vértice del área chica y, el "Rubio", de punta la mandó a guardar. ¿De qué otra forma, el Rey del Puntín, iba ha anotar, si no era con la parte agujereada del timbo derecho gastado por el trabajo desmedido que fue sometido partido tras partido?

El festejo programado años atrás se le borró en el mismo momento en que la pelota traspasó la línea final para besar, por fin, la bendita red. Sólo atinó a arrodillarse, besó el verde césped de la cancha nueva de Defensores Unidos y lloró desconsoladamente, como cuando a un nene un camión le pisa la pelota y se la destroza sacándole el aire de sus entrañas. Ese día hizo todo bien. Su equipo salió campeón con un gol suyo, pero, resultó ser, nuevamente, el eje de las cargadas de todos sus compañeros.

El gol lo convirtió en tercera, si!!! en reserva, y la "Babosa", la "Chancha", el "Pebete", el "Narigón", "Morenito", y el resto del plantel, que miraban el partido detrás del alambrado esperando su turno, lloraban, pero de risa. Javier Vidal, el "Rubio", lo intentó por años pero se quedó con hambre, hambre de gol.

Matías Schenón para sangretricolor.blogspot.com

martes, 28 de agosto de 2007

Clausura 2007 2da Fecha

Prohibido ganar

El Tricolor empató en tablas ante Defensores de Villa Clelia en el estadio “Omar del Palacio” por la segunda fecha del Torneo Clausura. El partido fue de trámite parejo pero fue el equipo de Argüelles el que intentó quebrar el empate que finalmente sería el resultado final.

Aquéllos que tienen afinado el paladar podrán decir que al Tricolor le faltó cuerpo. No tuvo agitación y fue muy liviano. El equipo de Argüelles dista de ser un equipo espirituoso, pero el domingo destapó el contenido de su versión Light y los dolores de cabeza a la hora de armar juego aparecieron con frecuencia. Porque el orden defensivo que mostró la “villa” fue suficiente para que Defensores Unidos entraran en corto y las fallas se hicieran visibles.

Desbarajustes en el fondo, entre Gómez y Montenegro; falta de coordinación a la hora de soltar a Claverie y Vargas; mínimas chances de gol para Blanco. En tanto, el equipo de López aplicaba al pie de la letra un esquema conservador, aunque no por eso inefectivo. Bien cerrados atrás, el mediocampo se las rebuscaba para agarrar la bocha y descargar en la agilidad de Rejada. En medio de ese panorama, las jugadas de peligro eran casi nulas.

El Tricolor proponía más, con pelotas detenidas o bochazos para la cabeza del 9. Fácil para un Ureña seguro de arriba. El ingreso de Sagardoy y Villanueva intentó darle más aire al ataque del Tricolor, pero no funcionó. Mientras tanto, Villa Clelia se la jugaba de contra y Fernández tuvo dos claras que desaprovechó ante la humanidad de Ruiz. Sin embargo, el trámite siguió parejo, y aburrido. Es más, los visitantes fueron los que maquetaron los remates que transformaron en figura a Ureña: la mejor, una bocha de gol a Perger. Sí, tan solo un par de jugadas podrían haber cambiado el rumbo de un partido que fue parejo, para abajo. En incertidumbre llegó el final anunciado. El equipo de Argüelles volvió a empatar con la “villa” como en el Apertura y otra vez, mira desde abajo a Social Mar del Tuyú y Social Santa Teresita.

Matías Schenón para sangretricolor.blogspot.com

miércoles, 22 de agosto de 2007

Fútbol y Literatura: La tarde que fui "Palermo"

Los jugadores insisten
en demostrarnos, mientras rueda un balón

que la fantasía, el juego,

nos hacen no sólo sobrevivir, sino sobre todo vivir.
Miguel Bayón

Las mieles del éxito seguían acompañando a Defensores Unidos de Santa Teresita. Ganador invicto del difícil torneo en Dolores, debía mostrar que lo hecho no era mera casualidad y para ello era necesario estar al 100% de las condiciones físicas y futbolísticas.

El plantel integrado por jóvenes promesas, que dejaron de serlo tras conquistar el único titulo de una institución costera en Dolores, sabía lo complicado que resultaba el siguiente encuentro: el debut ante Independiente de Castelli, ciudad vecina del primer pueblo patrio, como lo marca la historia.

Y la historia marcaba que el “tricolor” no debería de tener inconvenientes a la hora de conquistar los tres puntos, pero como todo compromiso inicial, siempre están los temores de cometer errores, que luego serán corregidos con el correr de los encuentros.

Con el fichaje estrella de Nicolás Pieroni, valuarte de Social Santa Teresita, el plantel del CADU sentía la obligación de ser nuevamente protagonista con un plantel, que lejos de estar diezmado, se había fortalecido con la llegada del atacante “albirrojo”. La incipiente llegada a Castelli tuvo de pronto un interrogante para los dirigidos por el gran “Tito” Lugo: ¿Cómo se mantendría el equipo titular?

Difícil pregunta pero fácil la respuesta. Si hay algo que siempre caracterizo al allenatore “tricolor”, fue mantener en la memoria a los once titulares, salvo cuestiones insalvables, como lesiones, suspensiones, etc. Sabiendo que contaba con un enorme potencial, los vigentes campeones, salieron al verde césped del equipo “rojo” de Castelli con una misión: lograr los tres puntos.

Las cosas, cuando la redonda comenzó a girar, se mostraron más sencillo de lo habitual. Luciendo resplandeciente una nueva marca en la casaca (Kiosco Dorcas), la “naranja” mostró interesantes niveles de producción en los primeros instantes del cotejo, como para que aquellos que pensaban que se iba a caer, dejen de hacerlo.

Aceitado el mediocampo con un Chazarreta dúctil a la hora de desprenderse del balón, la propiedad del mismo comenzó a ser exclusiva de los de Santa Teresita, a tal punto que de los pies de Pablo Caballero, nació la primer jugada de real peligro, cuando intento sorprender al portero local con una deliciosa vaselina, que no prosperó por la rapida intervención del uno.

Sin recibir demasiados ataques de parte de Independiente, la defensa visitante, mediante las incursiones laterales de Lazarte por izquierda y del “negro” Tiscornia por la derecha, comenzó a erigirse como una nueva arma ofensiva. El despliegue por ese entonces del tandem Chazarreta-Caballero, era lo mas interesante del visitante.

Hasta que llegò el primer desnivel en el partido: desborde a lo “Loco” Houseman de Pieroni para la tranquila y soberbia definición del artillero más espectacular (por los números), que vieron las divisiones inferiores de La Costa: Gerardo “Geri” Jiménez.

Tómelo o déjelo, pero esta clase de jugadores son los que no te perdonan una dentro del área y encima le agregaba una cuota de velocidad y habilidad no muy frecuente en un jugador de gran porte, que en definitiva, era lo que marcaba diferencias con otros referentes del gol.

Por historia, cada vez que el CADU marcaba la ventaja inicial, era muy obsecuente pensar en una remontada del rival. Ya lo dijimos, si hay algo que le sobraba al equipo de Santa Teresita era seguridad.

Leandro Pino, más allá de algunas intermitencias, se mostraba como un arquero seguro; el lateral derecho era una pasarela que solamente era transitada por el “negro” Tiscornia, una especie de Hugo Ibarra a la costera; en la zaga central y continuando con el color, se mostraba Roberto Fariña, que muchas veces confundió carácter y personalidad con fiereza y brusquedad, pero que igualmente se mostraba seguro a la hora de mantener el cero en su arco; otro de los que mostraba la chapa era Juan Machado, “Juanchi”, un verdadero guerrero en todas las canchas; por su parte el lateral izquierdo tenia en Ulises Lazarte la consistencia de un jugador que sabiendo sus limitaciones, siempre puso su cuota de sacrificio y voluntad.

A todo esto, entre descripción y descripción del equipo, y lejos de quedarse en los albores de los laureles, la segunda diana para Geri y la primer anotación en el torneo para Pablito Caballero, fueron lo mas salientes de un primer tiempo efectivo para los de Lugo.

La etapa complementaria, mas tranquila para los visitantes, encontró las primeras dudas en el fondo “tricolor” cuando no se pusieron de acuerdo Fariña y Pino para el rechazo de un balón, situación que fue canalizada por el centrodelantero local, pero que no pudo finalizar por la infracción del “duro” Fariña.

Amonestación, algunas protestas y ademanes, no pudieron torcer el desenlace desde los doce pasos. Descuento y esperanza para el local, que igualmente sabia que la misma podría ser considerada un oasis en el desierto.

Esto despertó y comenzó a alimentar la ira futbolística que siempre mostró el CADU cuando su arco era vencido. Nuevamente como cerebro de cada una de las jugadas, Caballero se calzo el equipo al hombro y fue decididamente en busca de la cachetada final para no tratar de que el “rojo” pudiera despertarse.

El trajinar de un incansable Hugo Chazarreta, bien complementado con el quite del volante tapón Martín Lazarte, le simplificaron mas las situaciones a Pablito, que disponía de un abanico de oportunidades ofensivas en Pieroni, Jiménez o Aranda.

Era tentadora la velocidad de Pieroni como así también la rapidez mental del zurdo Aranda, pero todos los ataques siempre desembocaban en la cabeza llena de gel del gran goleador.

Y fue nuevamente Jiménez el que puso las cosas en su lugar al batir por cuarta vez, tercera en forma personal al indefenso arquero de Independiente.

Cuando la tarde comenzaba a despedir al Rey Sol, una situación pocas veces vista dentro de un campo de juego, comenzó a gestarse en los últimos minutos. Ya vencida la resistencia del local, que en realidad nunca fue, el colegiado marco infracción sobre Pieroni dentro del área, por lo que según marcan los reglamentos, debía ejecutarse la pena máxima: el penal.

Nunca hubo discusiones ni enfrentamientos por quien era el dueño de la redonda, de hecho, todos descansaban en Caballero por su gran pegada, pero en ese momento, la voz de mando desde el banco de relevos, situó a Fariña como el encargado de transformar el penal por gol.

Mirando fijo al arquero y anunciándole que por quinta vez debía buscar el balón dentro de la red, el robusto zaguero central, lentamente fue en busca de lo que todos suponían. Sin embargo, vaya uno a saber porque, el desenlace no fue el previsto.

La diosa fortuna de los doce pasos impidió que Fariña conquistara su primer gol con la camiseta del CADU. La pelota viajo lejos del alcance del arquero pero también lejos de la portería.

Una sonrisa socarrona fue lo primero que se le dibujo en el rostro al zaguero central, que trataba de buscar explicaciones donde no las había.

“No importa Rober, dale no te caigas” fueron las palabras del “turco” Dolabani desde el banco de suplentes, tratando de alentar a Fariña. Es mas el solitario y solidario gesto paternal de Tiscornia, mostraba que el equipo, bajo ninguna circunstancia, debía caerse ante esta oportunidad fallada.

Pero el fútbol da revanchas, y llego rápido nomás, porque a poco del final, una incursión (enésima), de Pieroni en el área local, desemboco nuevamente en la ejecución de un tiro penal.

Fue unánime el pensamiento de los diez titulares restantes: el penal debía shotearlo nuevamente Fariña. A partir de ese instante, camino a acomodar el balón, un mar de dudas sacudió la enorme cabeza del Nº 2: ¿como lo pateo?. Acaso un jugador debe tener dudas en ese momento. Acaso un zaguero central de buen porte, con buena pegada como mejor virtud debía dudar de cómo acomodar el balón lejos del alcance del arquero.

Penal bien pateado es gol, y de eso no hay ninguna duda, por lo tanto, la incógnita devenida en ecuación debía ser resuelta con suma facilidad.

Pero lo increíble del fútbol es que uno así como puede escribir páginas gloriosas también puede dejar indelebles páginas que quedaran en el olvido y no justamente por alguna hazaña.

Si, nuevamente el penal fue malogrado por Fariña, que ya no disponia de excusas valederas para justificar semejante yerro. No obstante, el pitazo del juez principal, abrió la luz de esperanza para la reivindicación.

El arquero se había adelantado y el penal tenía que ser ejecutado nuevamente. Pero por ¿Fariña? A esa altura y con el resultado volcado decididamente a favor del visitante, no dejaron demasiado margen para la duda, pero si el score hubiese sido otro.

Esas son las respuestas que jamás llegaron como nunca llego tampoco el penal convertido por Fariña, que por tercera vez en un mismo partido, no pudo doblegar a un arquero que había sido vencido en cuatro oportunidades de distancias mucho mas grande que los doce u once metros que separan al jugador con el arquero.

Igualmente quédese tranquilo, el rebote si fue capturado por el jugador que marco el 5 a 1 definitivo y contribuyo al eficaz ataque del CADU con su primer gol con la camiseta “tricolor”.

Quien iba a decir que tiempo después un tal Palermo volvería a ser lo mismo en un campo de juego vistiendo en esos momentos la camiseta del seleccionado argentino.

Roberto Fariña.

Matías Schenón para sangretricolor.blogspot.com

martes, 21 de agosto de 2007

Clausura 2007 1ra Fecha

Un Vendaval

El arranque fue vertiginoso en el Vivero Cosme Argerich: mediante el tiro penal el local se puso en ventaja y después, el Tricolor impuso su chapa de candidato y dio vuelta el marcador, ganando por la mínima diferencia aunque el resultado no reflejó las chances claras de gol que tuvo el conjunto de Argüelles.

Defensores Unidos debuto con un triunfo en el Torneo Clausura. Había caído en un amistoso ante San Vicente de Pinamar en la semana previa pero por les tres puntos el equipo mostró una buena imagen. Los goles llegaron en el comienzo del partido. Después, el Tricolor fue el que busco la portería adversaria. El resultado final expresó la actuación de ambos.

El primer tanto llegó a los 20 minutos de partido. El hombre de negro señaló una falta inexistente y el conjunto local no desaprovechó. Ventaja sorpresiva para el equipo de la zona norte. Pero el Tricolor reaccionó rápidamente y llegó al empate merecido hasta ese momento. Después los palos le ahogaron tres veces el grito de gol al visitante y un gol anulado del hombre de negro hizo estirar hasta el pitazo final la agonía del triunfo.

El conjunto de Argüelles, ganó merecidamente 2 a 1 ante su similar de San Clemente. Las dos caras nuevas que mostró en sus filas tuvieron una actuación aceptable, tanto Ruiz que reemplaza en la portería al gran arquero Bruno Rinaldi y el fusilero Blanco, que llegó para reforzar la delantera Tricolor, uno de los puntos más débiles de esta temporada.

A medida que pasaron los minutos los dos bajaron la intensidad y fue Defensores Unidos el que estuvo cerca de aumentar el marcador en cada ofensiva. A pesar de eso, ninguno de los dos pudo cambiar la historia, los goles no volvieron a aparecer y el resultado quedó sellado para la visita. En definitiva, el triunfo dejó conforme a Manuel Argüelles, que está acomodando los bultos con el correr de los partidos, como decía mi abuela.

Matías Schenón para sangretricolor.blogspot.com

viernes, 17 de agosto de 2007

Un día como hoy: 17 de agosto de 1994

Una derrota humillante

Por la tercera fecha de la liguilla de Dolores, el C.A.D.U perdió por 9 a 0 ante Ever Ready y le propició la máxima goleada de su corta historia.

El conjunto de Velázquez, en esa temporada, llevo a cabo una de las peores campañas de los 28 años de vida y todavía, muchos no encuentran las razones de los malos resultados, ya que ese plantel tuvo una de las mejores delanteras o acaso, la mejor, que pudo exhibir Defensores Unidos, aunque claro esta, que por ese entonces, eran muy jóvenes y no pudieron desplegar todas sus virtudes y además, muchos de ellos, no tuvieron en las filas de este partido negro para la historia Tricolor.

Ese 17 de agosto de 1994, el C.A.D.U formo con Ariel Huck, Mariano Pérez, Alejandro Cejas, Guillermo Vázquez, Rubén Machado, Santiago Zuetta, Juan Moreno, Patricio Caballero, Ángel Baíz, Marcelo De Luca y Elías Zanabria. Y junto a Velázquez, dos jugadores completaron el banco de relevos: César Salvatierra y Marcos Niggli.

El hombre de negro que se cansó de pitar desde el círculo central, fue Pizacalli. Lo ilustrativo de esta derrota, fue que 15 días antes, se habían visto la cara en cancha de Social Santa Teresita y Defensores Unidos disputó un brillante partido que terminó igualado en tres tantos pues, allí jugaron en la ofensiva Baíz, Moreno, Moyano, Beron y Banquero y estuvo ausente, Fabio Machado. Quizás, otra hubiese sido la historia.

Matías Schenon para sangretricolor.blogspot.com

La Previa: 1ra Fecha

Estación… esperanza.

”En el viaje los bultos se acomodan solos” decía mi abuela y la idea vale para el fútbol: los equipos se arman jugando. Pero algo también es cierto: el viaje es tan corto en estos torneos, que hay que acomodarlos en el baúl antes de salir.

Aprendizaje para técnicos, jugadores y también para los que miramos. Como nunca, el DT necesita buen ojo. "Acomodar los bultos antes" es saber bien a qué jugador poner... o incorporar. Que juegue bien él, y que pueda jugar bien con los demás. Buen ejemplo es el equipo del Clausura 06. Llegaron 7 jugadores y fue campeón. Esa es la prioridad. Luego vendrán el trabajo de campo, la parte física, la motivación y todo lo demás. Para el jugador el aprendizaje pasa más que nada por la adaptación al compañero.

Lo mejor (por momentos apasionante) de estos viajes-torneos cortos es que emparejan las chances para ser campeón y que posibilitan recuperaciones rápidas. El Tricolor, vapuleado y goleado en la temporada 05, fue Bicampeón de Liga al año siguiente. O recordemos a Juventud Unida de San Bernardo, que en el Apertura 2003 había ganado 2 partidos y en el Clausura se despachó con una racha de 6 triunfos y se coronó campeón.

Este domingo, el equipo más ganador de La Costa, comenzará a transitar por el verde césped la búsqueda del título, ya que está de más decir, que va a ser uno de los protagonistas del certamen. Al plantel, han llegado caras nuevas y se han ido piezas importantes, como la ausencia del portero Bruno Rinaldi, estandarte de los títulos conseguidos del 2002 a la fecha y la casi segura ausencia del “polifuncional” Pablo Vera, un jugador de buen pie y de sacrificio que ha sabido consagrarse con la casaca Tricolor.

En la primera prueba, el equipo de Manuel Argüelles, se cruzará ante El Porvenir de San Clemente, un equipo que cerro la tabla de posiciones y que termino jugando con chicos de Cuarta y Quinta División en el fútbol mayor. El cotejo, se jugará a segundo turno en las instalaciones del Vivero Cosme Argerich.

La semana previa es cuando más se potencia la esperanza. Hay que salir con los bultos lo mejor dispuestos posible. A ver si todavía a la vuelta de la esquina encuentras tu gran oportunidad, la mujer de tu vida, y la pierdes por "desordenado"...

Matías Schenón para sangretricolor.blogspot.com

miércoles, 15 de agosto de 2007

Fútbol y Literatura: El Domingo

Los domingos los fanáticos van al templo
porque la misa del fútbol los espera
con la globa en el círculo central como ostia terrenal.
Rodolfo Braceli

_ ¿Sabes cual es la hora y el día más depresivo de la semana?
_ No, no sé.
_ Pero mira que está comprobado, las estadísticas...
_ Bueno, dale, decirme cual y listo.
_ El domingo a las 19:00 hs. es el momento en que se registran más suicidios

y por lo tanto, es el más depresivo.

Éste diálogo lo establecieron una chica y un muchacho que hacía poco que se conocían pero que, a pesar del escaso tiempo, tenían buena onda.

Se conocieron en Mar del Plata durante un cumpleaños de un amigo en común que canjeo el clásico festejo por una espectacular fiesta de disfraces. Él se apareció rebelde, con barba y pelo largo (todo natural) disfrazado de "Che" Guevara. Ella, aparentemente vergonzosa, decidió participar de la fiesta tal cual era, sin disfraz. Rápidamente recibió las quejas de los jueces del bailongo y la obligaron a cambiarse. Los verdugos se ampararon en la regla número 1 donde les demandaba a todos los integrantes de la reunión acudir disfrazados. A ella no le quedó otra y accedió al pedido.

Encontró en el ropero de la casa un pantalón corto, el "Che" le prestó una casaca de la selección de Nigeria, el anfitrión le cedió los botines mágicos de papi-fútbol, se pintó la cara de negro y se convirtió en Okocha, el famoso jugador de las águilas verdes. La pasaron bien, bailaron, se divirtieron, se fumaron un habano, hablaron y, sobre todas las cosas, se conocieron.

Corrieron los días y no se volvieron a ver pero el "Che" pensaba en ella y la "Nigeriana" pensaba en él. Un mes después, un domingo, se encontraron en una salida de amigos. Comieron pizza, tomaron un vino espumante, hablaron y escucharon Rolling Stone en un bar donde una banda los imitaba casi a la perfección. Se miraron, se rieron, se volvieron a conocer.

Él averiguó que ella había nacido el 5 de marzo de 1983, que se llama Ana Felisa, que es de Necochea, que es reservada pero no tímida, que es de Boca aunque el fútbol no le gusta, que no toma cerveza, que odia la marcha, que es simpática, casi angelical y que es una buena mina pero insegura.

Ella se enteró que él es cinco años mayor porque vino al mundo el 24 de febrero de 1978, que se llama Román, que nació en Dolores pero que vive en Santa Teresita, que no toma mate, que siente lo mismo por la marcha, que tiene como cerebro a una pelota de fútbol, que ama a su familia como a nada en el mundo pero que tiene un lugar reservado, para ella, en el corazón.

Era domingo y pasaron toda la tarde juntos. Hablaron, se divirtieron, se seguían conociendo. A las cinco de la tarde se despidieron. Él le pidió un beso, un buen beso, para coronar una tarde fantástico. Ella le dijo que no, que recién se conocían y que necesitaba más tiempo. El intentó entenderla, quiso comprenderla.

FINAL

Se fue a su casa, prendió la radio y se enteró que Estudiantes había perdido. En ese domingo nada le había salido bien, nada, como él quería. A las 20:00 hs. llegó su hermano a la vivienda y apenas entró comenzó a gritar: ¿Qué mierda pasó? ¿Qué hiciste boludo?

Las agujas del reloj estaban clavadas en las 19:00 hs y él, para engrosar las estadísticas, se había suicidado.

FINAL VERDADERO

Regresó a su casa pensando, solo, el momento vivido. Las 12 cuadras que separaban sus residencias se transformaron en cien; el viaje se le hizo larguísimo. Recordó que minutos antes, él le había dicho que ir a una cancha de fútbol, si es la del pincha mejor, te hace click la cabeza. Que una vez que vas querés volver para siempre, te obsesionas, te enamoras. Ella le demostró que un "no" puede llegar a tener casi los mismo efectos.

Apenas llegó prendió la radio, escuchó que su equipo había perdido pero no le importó. Su cerebro de pelota había cambiado su forma por el rostro de ella. Después de un instante siguió viaje y fue al departamento de un amigo. Tenía la intensión de contarle todo lo que le pasó pero no se animó porque había gente extraña. Mientras comían torta de ricota miraban fútbol de primera pero él tenía un sorpresivo desgano. El programa dura dos horas pero el "Che" estuvo frente al televisor apenas 20 minutos. Ni siquiera esperó el turno de Estudiantes.

Era domingo, las 22:30 hs. Reflexionó que para jugar al fútbol no necesitas huevos, para pedirle un beso a una mujer, quizás, pero para suicidarte si, y mucho, mucho huevo. Y a él, aunque todo salió mal, le faltan huevos, es un cobarde y está chocho de contento de que así sea.

FINAL VERDADERO, DE VERDAD.

Se despidió y sin perder tiempo enfiló para su casa. Faltaban unos pocos minutos para que Estudiantes enfrente a Boca en el clásico del domingo. Recorrió las cuadras corriendo a mil y en cada bar se fijaba si el encuentro había comenzado. No se quedaba porque él prefiere escuchar los partidos por radio porque le resulta más emocionante y se puede jugar un poco con la imaginación.

Los domingos para él son los mejores días. Se levanta, como en familia, a la tarde juega a la pelota con sus amigos, escucha el partido por radio y a la noche mira los goles de la fecha en fútbol de primera.

El pincha ganó y el momento vivido un par de horas antes ya era cosa del pasado. Esa misma noche, mirando el techo, juró amar para siempre a una mujer. No importa si es gorda o flaca, si es vieja o joven, si es nueva o está gastada o si está rota o sana. Juró amor eterno y fidelidad a la mujer que nunca te dice que no, a la más perfecta del mundo, "la pelota".

Marcos Niggli “Blancos contra Negros” 2003

Matías Schenón para sangretricolor.blogspot.com

lunes, 13 de agosto de 2007

Un día como hoy: 13 de agosto de 2006

La Canción de Nosotros

Hace un año, el Tricolor logró un campeonato que rompió el maleficio del título número 13 y además, dos años y medio de sequía. Este cuerpo técnico y plantel, dio vuelta la cara de la moneda y cicatrizó la campaña del 2005, que fue la peor de la historia con un título más.

El camino a la gloria, tuvo un peaje a las siete victorias consecutivas y ese fue el clásico, más allá del empate en tablas, como resultado negativo fueron las expulsiones de los jugadores más experimentados del plantel: Gastón Niggli, Pablo Vera y Marcelo Peluzo.

Finalmente, se consagró campeón al derrotar 1 a 0 a A.F. San Bernardo con tanto de Gastón Niggli y cosechó 28 unidades de los 30 puntos en juego. Logrando el mejor inicio de campeonato de la historia Tricolor con 7 victorias consecutivas y con la valla menos vencida con 6 goles en 11 encuentros.

Ese 13 de agosto de 2006, en cancha de San Bernardo, el C.A.D.U formo con Roberto González, Leandro Gómez, Marcelo Peluzo, Mauro Díaz, Ariel González, Ulises Lazarte, Gastón Niggli, Pablo Vera, Juan Santana, Darío Escola y Damián Sagardoy. Y junto a Manuel Argüelles, completaron el banco de relevos: Bruno Rinaldi, César Ojeda, Gastón Escalada, Matías lejos y Juan Vargas.

A su vez, este título logrado coronó también a dos recordman: Gastón Niggli se convirtió en el jugador más ganador del Club con 13 coronas, consagración que ante compartía con Marcos Niggli y Javier Galván, que en ese entonces ambos tenían 12 títulos. Y Manuel Argüelles, se transformó en el primer jugador y técnico campeón en ambas funciones.

Matías Schenón para sangretricolor.blogspot.com

miércoles, 8 de agosto de 2007

“Alfredo fue fundamental en el CADU” Tito Peluzo

Uno de los pocos hombres que vio todo los títulos del Tricolor desde el alambrado, habla como dirigente e hincha de las cosas más importantes que vivió desde que se acerco por primera vez a colaborar en la Institución y afirma “en la actualidad los títulos se viven más tranquilo”

¿Cómo llegaste al club?
Estaba trabajando con Loza en la calle 31, pasó Alfredo Iriart y me habló con la intención de ir a jugar cuando ya había dejado el fútbol, Pero él me quería traer y en realidad el que me acercó fue Pourtalé, que en ese momento era el Presidente.

¿Entonces?
Le dije que no quería seguir más con el fútbol pero mi hijo Daniel ya había empezado a jugar. Entrenaban en la cancha de la ENET y una tarde salí a correr y me senté a observarlos y Alfredo, me ofreció dirigirlos. Y la idea me gustó, de esa manera entré al club.

¿Cómo veías al equipo?
Era muy difícil, estábamos en formación y perdíamos siempre. Por ejemplo, Social Santa Teresita nos ganaba muy seguido y era duro.

¿Raúl Vallejos provocó un cambio?
Sí, con sus defectos y virtudes, lo que hizo fue poner disciplina. Por eso se consiguió un campeonato después de tantos años de trabajo.

¿Qué sentiste con ese título?
Fue una alegría total. Ahora salir campeón es una alegría pero mucho más tranquilo. Porque estamos acostumbrados, y no es por agrandado, es la realidad. Los títulos se viven de otra forma.

¿Quién fue el dirigente más importante del Club?
El que tenía la visión era Alfredo. Se pone hacer una cosa y lo hace, siempre llega. Y en cuanto a los que pasaron, todos trabajaron mucho. Con Pourtalé se consiguió los terrenos donde hoy está el predio. Después con Caliendo, se tiraron los primeros camiones de arena. Me acuerdo que íbamos con Walter Stocchi y no se podía entrar porque estaba 1,50 metros abajo y lleno de agua. La gente nos decía que estabamos locos, no nos creían que íbamos hacer un complejo deportivo, en ese lugar.

¿Fueron importantes Fernández y Nembro para el Polideportivo?
Si tenemos que agradecer a la gente no le alcanza el Polideportivo porque muchísima personas trabajaron y ayudaron para tener lo que hoy tenemos. Por eso es difícil nombrar a alguien porque sería injusto ya que quedarían muchos afuera.

¿Qué sentiste cuando se inauguró?
Estaban todos locos, una alegría bárbara. Veías a la gente contenta y eso te hace feliz.

¿Cómo fue la experiencia en Dolores?
Fue positiva, porque se aprendió de todo y sobre todo cosas de las que no se deben hacer. Por ejemplo, jugar solamente de visitante o hacer de local en la cancha de Social Santa Teresita, que nos cobraba $120 por partido, en el alquiler. Increíble. Después jugamos un tiempo en Las Toninas y entrenamos en Las Quintas hasta que Alfredo, decidió que teníamos que usar nuestra cancha que apenas tenía un poquito de pasto. Por eso Alfredo, es y será, fundamental.

¿Luego vino el Coca Cola 1994?
Eso marco una nueva etapa porque se empezaron a dar los resultados. Se trajeron algunos refuerzos pero principalmente se les dio importancia a las inferiores. Velázquez trabajo bien en lo físico y en la unión del grupo.

¿Los equipos de Velázquez fueron los mejores porque ganaron todo lo que jugó?
No tengo dudas, hizo pata ancha en Madariaga que no era fácil ganar. Se clasificaron al Regional y además, nos llenaban de alegría domingo tras domingo.

¿Qué sintió cuando vio al CADU jugar el Argentino B?
No lo podíamos creer. Ver al CADU entrando en el mundialista de Mar del Plata después de verlos entrenar mucho tiempo en la ENET, parecía que no era verdad. Y se logró que la Institución sea reconocida en toda la zona.

¿Quién fue el mejor jugador del club?
El “coli” Astudillo o Gastón Niggli pueden ser. Pasaron muy buenos jugadores como “toto” Vega y Ángel Moreno pero a mí me gusta mucho Pablo Vera, porque juega en todos lados.

¿Quién fue el mejor técnico que pasó?
Creo que Abel herrera. Sabía mucho pero no se quiso descubrir todo su potencial. Creo que fue positivo su paso por el club. Y Velázquez con todos los triunfos es el más exitoso.

Entrevista realizada por Gonzalo Niggli en Diciembre de 2005.

Matías Schenón para sangretricolor.blogspot.com

martes, 7 de agosto de 2007

Pasión Tricolor

Hace unos meses, nos involucramos en este mundo de la comunicación para difundir la historia y el presente del glorioso Tricolor, y hoy nos dimos cuenta que recorrimos un agradable camino en donde las alegrías y las tristezas empaparon el ánimo circunstancial.

Si bien, es un blog definitivamente Tricolor, sabemos que muchos fanas de otras instituciones se sumergen en nuestras líneas y balbucean con lo que acontece en los artículos. Pero como sabemos, los fanáticos de fútbol no sólo son hostiles contra los partidarios del cuadro contrario, sino principalmente contra quienes no se apasionan para nada por el fútbol, los indiferentes, los que no hablan; con aquéllos que tienen un lenguaje común, con éstos ninguno, son los verdaderos enemigos, los extranjeros, los distintos, en fin, los otros absolutos.

Para ello, hemos tomado la modalidad de difundir los martes la crónica del partido, los miércoles una entrevista que alimente la historia del club y los viernes la previa correspondiente al rival de turno. Y además, la sección “Un día como hoy” que fortalece aún más los cimientos de la mejor institución del Partido de La Costa rememorando los sucesos más prestigiosos del Tricolor. En tanto, en esta segunda parte del año, agregaremos una sección literaria que irán publicadas en forma quincenal los días miércoles, en combinación con las entrevistas de turno.

Por ultimo, agradecer a a Marcos y Gonzalo Niggli por los datos estadísticos de Defensores Unidos que figuran en el blog, ya que es un trabajo de campo incomparable de muchos años y que sin su aporte hubiese sido imposible publicarlos y a los medios gráficos, radiales y televisivos que se hacen eco de nuestros artículos y ayudan a difundir aún más nuestras ideas materializadas en la pluma y el papel y por ende, ayudar a crecer al fútbol del Partido de La Costa desde nuestro pequeño lugar, el de informar para disentir y así impedir uno de los objetivos del totalitarismo: una sociedad sin oposición, sin disidencia, sin crítica, y donde ni siquiera es permitido el silencio. Y cómo afirma en sus libros Juan José Sebreli “Todo el mundo debe dejarse arrastrar por el torbellino de la pasión futbolística o será arrollado por él'”.

Y como decimos semana a semana y así lo afirmamos hoy, con la frente alta y sin pelos en la lengua, porque siempre hemos llamado al pan pan y al vino vino, continuaremos escribiendo nuestra verdad, aunque a muchos les duela, caiga quien caiga y cueste lo que cueste.

Matías Schenón para sangretricolor.blogspot.com

viernes, 3 de agosto de 2007

Apertura 2007 - Análisis

Cara y Ceca

Cuando la razón es simple no es fácil hallarle explicaciones y durará un par de semanas, el torrente de ellas para entender, o no, la posición de Defensores Unidos en la tabla. Y hablo de sentido común, fortaleza mental, liderazgo, pasión por la obra y humildad para no sentirse más que nadie ni menos que ningún adversario de turno.

Pero está también, todo lo que conlleva el fútbol vaya donde vaya (y que por eso mismo nunca se irá): la esperanza, la ilusión, la fantasía de que aparezca "el" equipazo. Pero resulta que siempre —algo atemporal y universal— como decía Labruna “la única verdad está en el verde césped” y el conjunto de Argüelles por momentos la encontró y por momentos la perdió, brújula sin aguja, camino el campo de juego sin orientación y sin sentido.

Podría decir, que a los players le falto esa "maldad" necesaria, una paradoja, para competir y aplastar literalmente al rival. La maldad buena... esa que en partidos claves te da los tres puntos y desequilibran un cotejo cerrado y chivo. Pues, una vez mostró las agallas de campeón, cuando por la cuarta fecha venció a Social Mar de Ajó por 3 a 2 pero solo fue un espejismo que en partidos posteriores no puedo realizar.

En tanto, la “suerte” que necesita una formación para llevarse la corona en esta primera parte de la temporada estuvo ausente en el Tricolor. En el enfrentamiento más importante, ante Social Mar del Tuyú, le falto esa cuota que “gana” partidos y pues, sufrió el traspié del portero Rinaldi, que le dejo servido el triunfo a la naranja. Justamente, los pocos líderes que quedaron en la plantilla, anduvieron por debajo de su rendimiento y azotaron aún más a un equipo en formación. El caso de Vera y Rinaldi, se sintió y mucho, en el rodaje colectivo.

Los números nos indican una fría realidad: empató 4 partidos de los cuales 3 eran ganables y perdió ante el campeón. Y se alzó con 7 victorias de las cuales fue resonante ante Social Mar de Ajó y Cosme Argerich. En este último caso, no por el nivel mostrado en el torneo sino por las adversidades que sufrió durante los 90 minutos de juego.

El fútbol es una moneda. Sus protagonistas pasan de la gloria al oprobio en cuestión de minutos. Y del oprobio a la gloria, también en cuestión de minutos. Y este cuerpo técnico y sus dirigidos, después de besar la gloria con el bicampeonato de la temporada anterior hoy, por situarse en la tercera posición no son un mal equipo como refleja la estadística realizada en sangretricolor.blogspot.com aunque, si algo tiene de apetitoso el hincha Tricolor es de ver siempre a su querido club en lo más alto de la tabla de posición porque la historia y el presente así lo exige.

Pues, millones de veces oímos decir que el fútbol se parece a la vida. A veces dan ganas de decir que es la vida la que se parece al fútbol. Se parece en su impredecibilidad, en su maniático y prodigioso azar. La vida es una moneda, con su cara y su ceca. Y el fútbol ni hablar. En fin, del "equipo" vimos poco. Eso sí, el verde césped no miente. Por eso, vamos despacio. A ver si todavía nos dice una verdad que nos parte el alma...

Matías Schenón para sangretricolor.blogspot.com

miércoles, 1 de agosto de 2007

"El CADU es la mejor institución del Partido de La Costa" Diego Lemos

La “Babosa” Lemos, el arquero más ganador de la historia Tricolor recuerda su llegada al club, la gloria y las frustraciones bajo los tres palos más grandes del fútbol costero y además, habla de su polémica salida del club y dijo “me fui por problemas de interpretación y por no estar de acuerdo con el técnico en su momento”.

¿En que año llegaste al club y conque expectativas?
En 1996, me fueron a ver Alfredo Iriart y Rubén Velázquez, porque San Martín no iba a participar en la liga y me entusiasmó la idea. Llegue como uno más que vino a sumar, a un grupo que se estaba formando, para lograr cosas importantes.

¿Cuáles eran las posibilidades de conseguir el Apertura 96?
Se formo un grupo bárbaro y que trabajo muy duro para lograr el título. Se hizo una buena pre-temporada y se ensamblaron los jugadores que estaban y los que llegaron, de manera rápida.

¿Por qué fueron campeones?
Fue un campeonato bárbaro de Juan Moreno y Ángel Baiz, desequilibraron en el área rival y pelota que agarraban era gol. Y el medio campo, con Gastón Niggli, Diego Arce y Marcos Niggli, era impasable, tres perros de presa, que cortaban y jugaban.

¿Cuál fue el rival más duro de ese campeonato?
El partido más difícil fue contra Las Toninas, empatamos. No le encontramos la vuelta para entrarle, se plantaron muy bien atrás y eran peligrosos en ofensiva. El C.A.D.U. fue el que mejor hizo las cosas y la clave del éxito, fue que el equipo tenía hambre de gloria.

¿Por qué se perdió la final en el Clausura ante Popular Lavalle?
Los dos equipos llegábamos bien y el que menos se equivocó, ganó. Lavalle fue un justo ganador. El equipo estaba mejor que en el Apertura. La delantera era demoledora, con el ingreso del “japo” Beltrán, el equipo tenía más fútbol, pero no se dio.

¿Qué te dejó el paso de Abel Herrera en la conducción del equipo?
Un técnico nuevo que nos dejo bastante enseñanza en la parte táctica, nos acomodo en la cancha y como jugar los partidos, que no son todos iguales. El trabajo no se vio en ese año pero sí en los posteriores, cuando llegaron los éxitos más importantes.

¿Y la final ante Social Santa Teresita?
La final fue algo especial, ganar el clásico y salir campeón, un sueño. Ahí se vio el trabajo de Abel, para todos fue muy lindo.

¿Cuál fue el mejor quipo que integraste?
El de 1998, era un grupo que no le gustaba perder nada, teníamos mentalidad ganadora. Todos nos querían ganar y es nos hacía superarnos día a día. Nunca nos creíamos los mejores pero si que estabamos haciendo las cosas bien.

¿Ese grupo ganó la Liguilla de manera invicta?
La liguilla era algo nuevo y un desafío importante. La actuación de Lizardo fue brillante, era el jugador distinto, hizo cosas bárbaras con la pelota. El rival más difícil fue Juventud, muy duro y que jugaba bien al fútbol.

¿Qué es salir campeón?
Cuando logras ser campeón, uno piensa en el esfuerzo que hizo uno, en la familia y en el grupo, que logro algo importante. Es lo más en el fútbol y por suerte en el C.AD.U gané varios títulos.

¿En 1999 volvieron a ganar en Madariaga?
Ese equipo fue el mejor a lo largo del torneo. El “flaco” Lizardo, el “cabezón” Baraglia, Juan Moreno y “pepi” Chan, jugadores bárbaros, con una técnica y llegada espectacular. Además eran efectivos y goleadores.

¿Recordás los partidos ante Popular Lavalle?
El partido de ida fue una carnicería, nos echaron a Gastón y Gonzalo Niggli y a ellos también a algunos jugadores. Y la vuelta fue una revancha, nos costaba ganarle y fue un desahogo muy grande. Muy duro, Lavalle no bajo los brazos y nos empato. En los penales tuvimos una cuota extra, uno tiene decidido a donde se va a tirar pero el secreto, es la suerte.

¿Las semis finales con San Vicente fueron electrizantes?
Ganamos de visitante y en la vuelta, ocurrió algo que no podíamos creer, con tres menos, lo planteamos bien y sobre el final vino el balde de agua fría. Pero era nuestra cancha y estabamos mentalizados en ganar. Otra vez los penales nos dieron el pase a la gran final.

¿Ese partido final ante El León fue tu mejor partido?
Diría que fue el año que mejor jugué, estaba muy bien físicamente y en la final, me salieron todas, fue un partido especial.

¿De qué manera plantearon ese partido?
Fuimos con ventaja y se jugó bien y ordenado. Además, nunca habíamos perdido en el “Francisco Alcuaz” y eso era una incentivación extra. Era un equipo arrollador, que tenía huevo y fútbol.

¿Al lograr dos títulos en dos años de Liga los rivales ya lo respetaban?
El C.A.D.U pisaba fuerte en Madariaga pero en el 2000 tuvimos un impás en el Apertura. Un torneo atípico con jugadores lesionados y expulsados. Con otros que se fueron y muchos chicos de inferiores que subieron, se noto el cambio y por eso no se dieron los resultados.

¿Pero en el Clausura se les dio de nuevo?
El equipo se acopló, estaba completo. Llegaron jugadores como Banquero y Caraballo. Se recupero Baíz y se ordeno bien la defensa, con “chulo” y “pechuga” de centrales y el “negro” Zuetta de lateral izquierdo. El resto, “nariche”, la “chancha”, Marcos y Pablo en el medio, unos leones. Y arriba había recambio; Lizardo, el “patón”, Juan Moreno, Caraballo y Ángel.

¿Cómo en 1998 la final fue ante Atlético Villa Gesell?
Un rival muy duro que apostaba al juego bonito, cualquiera de los dos podía haber salido campeón. En estos partidos se nota haber jugado finales y regionales, la experiencia fue fundamental. En el primer partido, se perdió, pero tuvimos muchísimas oportunidades para empatarlo, pero la suerte no estuvo de nuestro lado y en casa, somos muy fuertes y era otra final, el equipo salió con mentalidad aplastante, tenía que ganar como sea y se logró.

¿Cómo fue ese partido final?
En Madariaga, se empezó perdiendo pero el equipo estaba acostumbrado a sacar partidos importantes porque había jugadores para hacerlo. Ese equipo tenía oficio de campeón. Gastón Niggli empató en el primer tiempo y en el complemento lo liquidamos en 10´ con goles de Baíz. Recuerdo que Banquero y Lizardo estaban en el banco y cuando entraron pusieron una bocha de gol cada uno y a otra cosa.

¿Por qué no lograron cosas importantes en los regionales?
Se juega a un nivel muy alto, es todo nuevo, con equipos semi-profesionales. A pesar de no pasar la zona, siempre dejamos una buena imagen. Ningún equipo no vapuleó y nos goleó. El regional te hace pensar de otra manera, como enfrentar al rival, ir de visitante a buscar el punto a no regalarse.

¿En el Argentino B 2001 mostraste tu peor faceta y fuiste relegado del arco?
Fue una decisión del técnico, a uno no le gusta ir al banco, él creyó que era lo mejor. Me sentí decepcionado por no bancarme pero hay que respetarlo. Lamentablemente el arquero comete un error y se pierde un partido.

¿Pero eras consciente que no estabas en nivel?
No me estaban saliendo las cosas como quería y ante San Lorenzo de Mar del Plata jugué mi peor partido en el club.

¿Cuales fueron las causas de tu alejamiento?
Problemas de interpretación, por no estar de acuerdo con el técnico en su momento.

¿Te catalogas como el mejor arquero que tuvo la institución?
Fui un portero, que aportó su trabajo y que se mató entrenando siempre para el grupo. En donde se lograron cosas importantes.

¿De que cuadro eres hincha?
Del C.A.D.U, aunque termine la carrera futbolística en la vereda de enfrente, lo voy a seguir siendo. Es la mejor institución del partido de La Costa.

¿El C.A.D.U es efectivo pero no vistoso?
No, juega bien al fútbol, cuando lo dejan. Los equipos lo fueron viendo y casi siempre los 11 que entran son los mismos. Cuando tiene que jugar lo hace y cuando no puede, lo gana con lo justo y necesario. Aunque este año cambió mucho y ya no es el equipo fuerte de otros años.

¿Qué diferencias existen entre ambas Instituciones?
El C.A.D.U. es un club, en donde se basa en el trabajo de pre-temporada y eso es importante. Cuando comienza la liga, le resta dos meses de trabajo a cualquier equipo y ahí se nota la diferencia. Además de contar con jugadores de excelente nivel. Está bien organizado, sus dirigentes trabajan muy bien y se ve reflejado en los logros conseguidos. Por el Social, pasaron dirigentes que no hicieron las cosas bien y hace años que se está pagando muy caro.

CON LA CASACA TRICOLOR

P.J

P.G

P.E

P.P

Goles

Amo.

Exp.

Debut

Títulos

116

66

19

31

(-131)

16

-

1996

9


Entrevista Realizada por Gonzalo Niggli (Gracias Pechu)
Matías Schenón
para sangretricolor.bolgspot.com

martes, 31 de julio de 2007

Apertura 2007 - 13ra fecha

La gran siete

Los players de Argüelles golearon 7 a 0 a los chicos de Popular Lavalle y terminaron en la tercera posición a 7 puntos de Social Mar del Tuyú. Los tantos lo convirtieron Benejú (2) Sagardoy (2), Escalada, Lazarte y Perger.

El Tricolor tardó un minuto exacto en anunciar cuál era el objetivo de la tarde. El equipo recién había salido del camarín y surgió la primera chance clara de gol en los pies de Escalada. Veinte minutos tardó Defensores Unidos en hacer realidad el deseo de la gente. Y a partir de ahí empezó a cumplirse lo que todos esperaban. Lo bueno que había hecho Popular Lavalle por su orgullo empezó a caerse, rodó 60 Km. hasta el nivel del mar. En los minutos que fueron desde el 1-0 de Juan Benejú que entró por la fuerza hasta el final del primer tiempo, el C.A.D.U. le pegó tres tiros al suspenso. Lo asesinó. Y lo que siguió fue puro deleite.

En ese cuarto de hora, no hubo más nada que el medio campo visitante pudiera hacer para quedarse pegado a Escalada, Benejú y Sagadoy. No hubo más milagros del arquero ni pelota bajo la suela del capitán cangrejero. Fue fiesta de gritos, con los siete goles y una demostración de que Argüelles no estaba equivocado cuando soñaba con ser protagonista. Y el reloj no fue enemigo sino aliado: hasta hubo tiempo de que metieran goles Lazarte y Perger (primer gol en el C.A.D.U.) Como para que nadie se quedara fuera del shock de confianza para el Torneo Clausura que se acerca como primer objetivo.

Hubo, eso sí, un gran responsable. Antes de que el análisis se desvirtuara por la falta de equivalencias, el Tricolor volvió a mostrar su fútbol artesanal. El fútbol romántico que desempeñó en la temporada anterior y que logro el bicampeonato. Como hacía Juan Santana, Escalada pidió todos los balones. Le reprochó a Lazarte que no le hubiera hablado a Cladakis en una jugada en la que estaba de frente y revoleó de espaldas. Se movió por la izquierda, por el centro, en el área y jugó al fútbol.

El equipo de Argüelles jugó al ritmo de la inspiración de las individualidades. A ver: el equipo tiene un esquema dentro del cual hay que moverse, cierto orden defensivo, algunas cuestiones tácticas que atender; no es un equipo lleno de espíritus indomables en el que reina el libre albedrío. Pero hay bastante lugar para la impronta personal. El domingo, Benejú y Escalada, fueron la línea de producción, difícil de encasillar en una pizarra, imposible de mecanizar y el equipo jugó a lo que estos dos baluartes jugaron.

El pitazo final de Gigante, el hombre de negro, fue la sentencia de un torneo que dejo al Tricolor en la tercera posición, a siete unidades del campeón y abajo del clásico rival, Social Santa Teresita.

TABLA DE POSICIONES

EQUIPOS

P.J

P.G

P.E

P.P

G.F

G.C

PTS

Mar del Tuyú

12

10

2

-

42

9

32

Social S.T.

12

8

2

2

23

9

26

C.A.D.U.

12

7

4

1

33

11

25

Villa Clelia

12

7

2

3

26

14

23

Mar de Ajó

12

5

5

2

22

15

20

Las Toninas

12

5

2

5

16

18

17

C.A.J.U.

12

4

3

5

19

16

15

Los Troncos

12

4

3

5

12

24

15

Cosme Argerich

12

4

2

6

21

17

14

Pesca y Náutica

12

3

3

6

15

16

11

A.F. San Bernardo

12

3

1

8

19

30

10

Pop. Lavalle

12

2

1

9

9

31

7

El Porvenir

12

-

2

10

5

46

2


Matías Schenón para sangretricolor.blogspot.com