viernes, 3 de agosto de 2007

Apertura 2007 - Análisis

Cara y Ceca

Cuando la razón es simple no es fácil hallarle explicaciones y durará un par de semanas, el torrente de ellas para entender, o no, la posición de Defensores Unidos en la tabla. Y hablo de sentido común, fortaleza mental, liderazgo, pasión por la obra y humildad para no sentirse más que nadie ni menos que ningún adversario de turno.

Pero está también, todo lo que conlleva el fútbol vaya donde vaya (y que por eso mismo nunca se irá): la esperanza, la ilusión, la fantasía de que aparezca "el" equipazo. Pero resulta que siempre —algo atemporal y universal— como decía Labruna “la única verdad está en el verde césped” y el conjunto de Argüelles por momentos la encontró y por momentos la perdió, brújula sin aguja, camino el campo de juego sin orientación y sin sentido.

Podría decir, que a los players le falto esa "maldad" necesaria, una paradoja, para competir y aplastar literalmente al rival. La maldad buena... esa que en partidos claves te da los tres puntos y desequilibran un cotejo cerrado y chivo. Pues, una vez mostró las agallas de campeón, cuando por la cuarta fecha venció a Social Mar de Ajó por 3 a 2 pero solo fue un espejismo que en partidos posteriores no puedo realizar.

En tanto, la “suerte” que necesita una formación para llevarse la corona en esta primera parte de la temporada estuvo ausente en el Tricolor. En el enfrentamiento más importante, ante Social Mar del Tuyú, le falto esa cuota que “gana” partidos y pues, sufrió el traspié del portero Rinaldi, que le dejo servido el triunfo a la naranja. Justamente, los pocos líderes que quedaron en la plantilla, anduvieron por debajo de su rendimiento y azotaron aún más a un equipo en formación. El caso de Vera y Rinaldi, se sintió y mucho, en el rodaje colectivo.

Los números nos indican una fría realidad: empató 4 partidos de los cuales 3 eran ganables y perdió ante el campeón. Y se alzó con 7 victorias de las cuales fue resonante ante Social Mar de Ajó y Cosme Argerich. En este último caso, no por el nivel mostrado en el torneo sino por las adversidades que sufrió durante los 90 minutos de juego.

El fútbol es una moneda. Sus protagonistas pasan de la gloria al oprobio en cuestión de minutos. Y del oprobio a la gloria, también en cuestión de minutos. Y este cuerpo técnico y sus dirigidos, después de besar la gloria con el bicampeonato de la temporada anterior hoy, por situarse en la tercera posición no son un mal equipo como refleja la estadística realizada en sangretricolor.blogspot.com aunque, si algo tiene de apetitoso el hincha Tricolor es de ver siempre a su querido club en lo más alto de la tabla de posición porque la historia y el presente así lo exige.

Pues, millones de veces oímos decir que el fútbol se parece a la vida. A veces dan ganas de decir que es la vida la que se parece al fútbol. Se parece en su impredecibilidad, en su maniático y prodigioso azar. La vida es una moneda, con su cara y su ceca. Y el fútbol ni hablar. En fin, del "equipo" vimos poco. Eso sí, el verde césped no miente. Por eso, vamos despacio. A ver si todavía nos dice una verdad que nos parte el alma...

Matías Schenón para sangretricolor.blogspot.com

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