miércoles, 18 de julio de 2007

"Sólo dirigiría en el CADU" Raúl Vallejos

El primer técnico campeón del Tricolor hace un repaso de su trabajo en el club y reconoce que "cuando el árbitro pito y éramos campeones, me bloqueé y no tuve reacción" Hoy, se siente orgulloso de haber iniciado el camino del triunfo de la joven institución.

¿Cuándo llegó a La Costa?
Llegué como turista desde el
74’ al 77’ que regreso por última vez, y por un pedido de mi tío de pasar las fiestas con él me quedo en La Costa. Y ahora llevo más de veinte fiestas pasando en Santa Teresita. En el 79’ me acerco a las filas de Núcleo Juvenil y comienzo mi carrera deportiva. Ese mismo año conocí a mi esposa con la que tengo 6 hijos.

¿Se siente identificado con el C.A.D.U.?
Realmente me siento muy identificado porque llevo casi media vida en el club, prácticamente 17 años trabajando en Defensores. Si hoy tendría otro proyecto de otra institución que quedaría en el C.A.D.U. por un montón de cosas, por comodidad, infraestructura, la gente, todo. Es una entidad joven con proyección a futuro.

¿Cómo jugador tuviste un paso por en Núcleo Juvenil y por Defensores?
En el Núcleo Juvenil jugué del
79’ al 84’ y como jugador me identifican mucho con esa institución. Luego pasé al C.A.D.U. donde jugué del 85’ al 87’. Al año siguiente asumí como director técnico de la primera división.

¿Cómo fueron los inicios como técnico en el ´88?
Lo primero que hice fue pedirle a
la Comisión Directiva el respaldo total a mis decisiones y la verdad que lo tuve. Entonces me entregaron la lista de buena fe que tenían ellos y yo empecé a tildar los nombres que se quedaban y los que se iban.

¿Muchos de esa lista eran estrellas?
Algunos eran jugadores de larga trayectoria en el club y otros habían venido de otras instituciones, pero casi todos gozaban de cierto prestigio y tenían mucho nombre en el fútbol costero. Me resultó muy difícil tomar decisiones.

¿Cuáles fueron los motivos de esas decisiones?
Más que nada porque había un proyecto de formar un equipo para el futuro, entonces lo primero que hicimos fue desafectar a aquellos jugadores que estaban vistiendo la camiseta sólo por su trayectoria o prestigio y no por su rendimiento.

¿Las expectativas para ese año era el título?
No, para nada. Pero a medida que se fueron dando los resultados comprendimos que era una posibilidad, y de esas que no se podían dar en mucho tiempo. En los últimos partidos entendimos que estábamos a un paso de darle a la institución un título que nunca habían obtenido. Pero siempre sin salirnos de nuestros objetivos que nos habíamos propuestos y respetando fielmente el estilo de juego y trabajo.

¿Cuál fue el rival más difícil?
Sin duda fue Social San Clemente. Era un equipo con trayectoria, con experiencia, fuerte y que venían de obtener los torneos del
85’ y 87’. Y fue con ellos que definimos la clasificación en l cancha del Social Santa Teresita. Recuerdo que si perdíamos no clasificábamos. Para ese partido dejé afuera a Julio “Coly” Astudillo en el banco y la gente estaba disconforme. Se escuchaba el murmullo detrás del alambrado, me querían matar. Hablé con el jugador y le expliqué los motivos. Le dije a “Coly” que teníamos un partido importante pero que él iba a hace uno más importante en el banco de los suplentes. Me miraba y no entendía nada. En ese encuentro la primera mitad terminó 0 a 0 y apenas iniciado la segunda etapa le dije que comenzara a calentar. Justo da la casualidad que nos cobran una falta a 15 metros del área rival y, entonces, pido urgente el cambio. Le dije a “Coly” que entrara y que le pegue. Él acomodó la pelota, tomó carrera, le pegó y adentro. Después hicimos el segundo y aseguramos la clasificación.

¿Cómo se vivió ese momento?
Ahí fue como ganar el campeonato porque no estaba en nuestros planes. La verdad que fue toda alegría porque era un grupo muy joven que tenía la oportunidad de pelear algo importante.

En semifinales te enfrentaste a Núcleo Juvenil.
Recuerdo que el marco en ambos partidos fue imponente. Le ganamos 2 a
1 en el primer enfrentamiento y la revancha 3 a 1 cuando al C.A.D.U. le costaba horrores ganarle al Núcleo. De esta manera dejamos afuera a un candidato al título y comenzamos a pensar en la gran final. Igualmente toda la gente salió a festejar por el centro porque teníamos asegurados el segundo puesto.

¿Qué sentiste en ese momento al dejar afuera a tu ex club?
Fue una sensación extraña y en el momento no había tomado conciencia de la magnitud de haber dejado afuera, en semifinales, a mi ex club.

¿Y la definición del torneo la jugaron con Social San Clemente?
Sí. El partido de ida se jugó en la cancha de Cosme Argerich y fuimos con un planteo que nos permitiera conseguir aunque sea un empate. Teníamos que trabajar para no perder. Esa fue la primera vez que hablamos del título. Les dije que estábamos a un paso de quedar en la historia y teníamos una chance que, para mi o para ellos, tal vez, no se nos volvería a presentar. En ese encuentro nos hacen un gol por un error defensivo apenas iniciado el partido. Y Social San Clemente era un equipo que se cerraba bien en defens
a y te jugaba de contragolpe. Pero en el segundo tiempo tuvimos la suerte de convertir un gol y luego nos replegamos atrás para defender el punto a muerte.

¿Cómo fue la revancha?
Me acuerdo que se jugó el 4 de diciembre con una sensación térmica de 36 grados. Era impresionante. Para ese día cambiamos la temática porque en la semana le propuse al equipo ir el domingo al club para juntarnos a almorzar con toda la familia. Más que nada para despejar y aislar del entorno, para sacarle presión al jugador ya que se estaban jugando las finales de las otras divisiones.

¿Qué se le dice al jugador en esa situación?
Les dije que si éramos inteligentes, si hacíamos bien las cosas, nos llevábamos el título. Nosotros teníamos gente joven y ellos eran grandes de edad y pesados. Por eso les ordené que hicieran correr la pelota para que ellos se cansaran. Arranqué con un esquema de cuatro defensores bien parados atrás, tres volantes de ida y vuelta y tres de punta que se acoplaban al medio para ayudar a recuperar el balón. Así manejamos los primeros 45 minutos y lo agotamos físicamente, Esa mitad finalizó
0 a 0 pero a los cinco minutos del segundo tiempo metimos el primero y después hicimos lo que quisimos. Es más, si no fuera por su arquero, esa final podría haber terminado en una goleada histórica.

¿Qué sentiste con el pitazo final?
La verdad que no había tomado conciencia. En ese momento me bloqueé, no tuve reacción. Salimos a festejar con los muchachos pero no éramos consientes que habíamos salido campeones de
La Costa. Dimos la vuelta olímpica con muchísima gente que ingresó al campo de juego. En lo personal soy bastante calmo en los triunfos así que el festejo fue mesurado.

¿Fue clave la disciplina y el respeto que impusiste?
Sí, pero fue compartido con el plantel. Les planteé a los jugadores de antemano como era mi forma de trabajar y lo que quería lograr. Además si uno viene con mucha autoridad a imponer reglas es como que vas a sentir el choque. Entonces la idea fue pactar con el plantel para establecer disciplinas, e incluso respeto dentro del grupo. Por eso considero que el cambio no solo se produce con mi llegada, sino con los jugadores que entendieron el mensaje. Creo que ahí se empezó a marcar un camino al cambio en cuanto a la conducta.

¿Quién fue la figura?
Todo el equipo. Pero un jugador que se destacó por su característica y condiciones técnicas fue Julio “Coly” Astudillo. Había tres o cuatro jugadores de experiencia como Andrada, Carlos Cultri y el arquero Sosa. El resto era muy joven pero a la vez muy importantes, estaban los hermanos Gaona, Mannarino, Fabio Machado, Violante, Marcos Medina (h) y Claudio Astudillo.

¿En 1992, en su segundo ciclo, cuáles eran las expectativas?
Más que nada fue, en la primera etapa, conocer el fútbol dolorense que no lo conocíamos y buscar de contrarrestar su juego. Nosotros teníamos un fútbol de potrero y en Dolores se trata de mejor la manera la pelota. No existía una superioridad notoria en lo físico pero sí en lo futbolístico. Ese primer año pagamos mucho el derecho de piso por inexperiencias.

¿Lograste la disciplina que tenían en el ´88?
Prácticamente no había ningún jugador que haya participado del proceso del
88’ y no estaban acostumbrados a la disciplina que se había logrado ese año. Cuando me ofrecieron la dirección técnica para la segunda mitad del 92’ realice el mismo pacto pero muchos no entendieron y se tuvieron que ir.

¿Cómo terminó ese año?
Trabajamos para terminar de la mejora manera, sin perder por goleada y con la intensión de preparar una base para la temporada siguiente.

¿Cuáles eran los objetivos para el ´93?
La meta era clasificar a la liguilla porque ese año se hizo un torneo en
La Costa y otro en Dolores de tal manera que los tres mejores de cada zona participaba en una liguilla. Y si teníamos la suerte de llegar hacer un papel decoroso aunque sin mayores pretensiones. Clasificamos y en la liguilla perdimos varios partidos pero por la mínima diferencia, sin ser goleados.

¿Por qué se decidió traer jugadores de afuera?
La base del equipo era la que estaba el año anterior y la idea era promover a jugadores de inferiores. Pero nos dimos cuenta que el jugador de
La Costa no tenía conciencia de la importancia de los entrenamientos. Muchos no entendieron que la forma de contrarrestar el fútbol de Dolores era con estado físico. Por eso se trajeron elementos de afuera, para formar un plantel competitivo.

¿Fue el inicio de una etapa nueva en la Institución?
Creo que sí porque se tomo consciencia que era importante trabajar en el aspecto físico con mayor responsabilidad. También se empezó a ver lo necesario de estar unidos, es decir, de la consolidación como grupo. Se empezó a trabajar en la unión del plantel y es algo que todavía se ve en la actualidad de Defensores Unidos.

¿Por que nunca más dirigiste en Primera División?
Fue una decisión mía, porque me gusta trabajar en la formación del jugador. Observaba, que cuando llegaban a Primera, lo hacían con muchas falencias y defectos que se podían corregir antes. Entonces decidí trabajar con divisiones inferiores.

¿Si tuvieses una propuesta de alguna institución?

Creo que hoy, sólo dirigiría en el CADU, porque es una institución que tiene las condiciones por infraestructura, material, todo para hacer un buen trabajo.

CON LA CASACA TRICOLOR

P.J

P.G

P.E

P.P

Goles

Amo.

Exp.

Debut

Títulos

34

11

8

15

-

2

-

1985

-

CON EL BUZO TRICOLOR

P.J
P.G
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P.P
%
Títulos
57
22
12
23
46,80

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Matías Schenón para sangretricolor.bolgspot.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

soy juanchi y solo quiero agregar que raul vallejos fue y sera la base del cadu no solo en futbol en disciplina respeto y humildad nos dio a todos una enseñansa para manejarnos no solo en el futbol sino en la vida y por ello me encuentro profundamente agradecido juanchi