miércoles, 25 de julio de 2007

"Vallejos era Bilardo sin nariz" Dardo Mannarino

El “huevo” fue uno de los jugadores que se consagró campeón en 1988 surgido de las inferiores del club y además, una persona identificada con el Tricolor. En esta entrevista revela los secretos de esa campaña y los “malos” modales del plantel jugando en la Liga de Dolores.

¿Debutaste de pequeño en el C.A.D.U?
En 1984, si la memoria no me falla pero en 1985 formé parte del plantel. Lo que pasa es que no había jugadores y subíamos rápido los chicos que marcábamos una diferencia en inferiores.

¿Cómo era jugar en esa época?
En ese lapso hacíamos todo a pulmón, entrenábamos en
la ENET de 20 a 22 hs. de la noche. Uno de nosotros llevaba la pelota e incluso pagábamos la entrada para colaborar con el club.

¿Por qué no había jugadores que quisieran vestir la casaca Tricolor?
Porque Social venía de ser campeón y Núcleo Juvenil era un
equipo que siempre estaba en los primeros puestos entonces el C.A.D.U era la tercera opción. Me acuerdo que venía un chico de Las Toninas que jugaba descalzo en una cancha que estaba lleno de rosetas y a los pocos que estaban había que pedirles por favor para que vayan a entrenar.

¿Esa fue la razón por la cual en 1987 se contrataron jugadores que habían triunfado en otros clubes?
Era un equipo lleno de estrellas. Quisieron reestructurar el plantel con toda gente mayor porque éramos casi todos pibes y ese año fue un desastre, probaron con ellos y les fue muy mal.

¿Cómo era la relación entre los jugadores que llegaron y los chicos que eran del club?
Los entrenamientos eran otra cosa, más serios y reglamentados. Las estrellas no iban si había una bruma porque no fuera cosa que se mojaran (risas) Y por eso había roces y conflictos.

¿Por qué no se dieron los resultados?
Porque
todos esperaban más del otro, querían la pelota limpia al pie y cuando hay muchos caciques y pocos indios, se hace muy difícil. Esos tipos no transpiraron la camiseta.

¿El objetivo de esa temporada era quedarse con el título?
El objetivo era salir campeón pero le erraron feo. Todos nos jugaban el doble, a morir, porque teníamos tantas estrellas y la verdad, que nos ganaban con huevos. A los pibes nos contuvieron los dirigentes, Iriart, Peluzo y Carrizo, y fue por ellos que no nos fuimos del C.A.D.U.

¿Cómo definirías a ese equipo?
Creo que el C.A.D.U no tuvo peor equipo que ese en toda la historia, más que nada por los grandes jugadores que tenía y por el fracaso que lograron.

¿Alfredo Iriart se equivocó en convocar a ese equipo?
Si, no tengo dudas pero lo hizo en buena fe. Alfredo
es especial, un “animal”, es el corazón del C.A.D.U. El día que falte no se que pasará porque es una parte enorme de la institución.

¿En 1988 las perspectivas era quedarse con el campeonato?
El objetivo era foguear a los pibes, ni los jugadores apostábamos al campeonato. Más que nada porque el año anterior las estrellas no habían ganado nada.

¿Quién fue el mejor jugador Tricolor de ese campeonato?
Julio Astudillo y Fabio Machado. Julio rendía como ninguno, era sencillo, no se esforzaba y tenía mucho panorama. “Coly” hacía jugar a todo el equipo y Fabio se cansó de servir goles.

¿Cuál fue el aporte de Raúl Vallejos?
Había poca disciplina y marcó un cambio, nosotros veníamos de la lanza, el arco y la flecha. El C.A.D.U no tenía experiencia y a nuestra camada la dejaron hacer lo que quería y a Vallejos, los dirigentes lo mandaron como carne de cañón a imponer disciplina, y estaba bien.

¿Cómo fueron los partidos finales ante Social San Clemente?
En la primera final, en el gol del “Chino” Violante, Oscar Peluzo aprovechó rápido una mano en mitad de cancha y se la puso al “Chino” en diagonal. Ellos estaban todos dormidos. Violante se la cruza al otro palo del arquero y gol. Terminó el partido y vinieron a hacerme un reportaje pensando que yo había hecho el pase y le seguí la corriente al periodista. El martes siguiente, en el primer entrenamiento, me querían matar por agrandado y fanfarrón (risas)

¿Después de ese empate de visitante ya se sentían campeón?
Sí, en la segunda final, fuimos cinco jugadores que, si nos hacían el control de alcoholemia, íbamos presos. Es que habíamos salido a festejar durante toda la semana porque ya nos sentíamos campeones.

¿Cómo vivieron esos momentos de gloria?
Fue muy emotivo. En los festejos me robaron todo, la camiseta, el pantalón, los botines, todo. Pero no nos importaba. Estuvimos por el centro, fuimos a San Clemente en un camión y dimos vueltas hasta la una de la madrugada todos en calzoncillos. Lo de la gente era impresionante, y algunos hasta lloraban.

Después de coronarse en La Costa el C.A.D.U participó en la Liga de Dolores ¿Qué recuerdo tienes de esa época?
Fue
una etapa horrorosa. Muchos jugadores se fueron, hubo cambio de plantel y el torneo era más competitivo. Cuando íbamos a jugar a Dolores generalmente disputábamos los partidos a la noche, entonces comíamos en un bar unos sándwiches enormes de milanesa con unos vinitos. Después íbamos a jugar.

¿Antes de jugar tomaban alcohol?
Sí y en el viaje le íbamos dando al alcohol. Me acuerdo que una vez rompimos el parabrisas de un camión que nos iba pasando. Un compañero tiró una botella de Blanders por la ventana y se la puso al Mercedes Benz (risas)

¿Porqué no había disciplina?
En el ´88 nos encontramos con un par de resultados a favor que nos hizo sentar cabeza. En el ´92 perdimos los primeros partidos, nos desmoralizamos y chau. La disciplina colectiva no existía.

¿Cuáles fueron las causas por la cuál Vallejos no pudo encarrilar al equipo?
Los muchachos faltaban a entrenar porque no había suplentes, entonces iban los domingos y sabían que jugaban sí o sí. Y además, luego de ganar el campeonato se le subieron los humos y empezamos a tener muchos roces. Era Bilardo sin nariz (risas)

¿Ese fue el origen de tu salida del Club?
Creo que sí. Vallejos iba a continuar la temporada siguiente y muchos jugadores dejamos de tener lugar en su equipo y decidimos emigrar a otros clubes.

¿Cuál fue el mejor técnico que lo dirigió?
No tengo un técnico definido en ninguna división, o sea uno que realmente me haya enseñado algo. Me acuerdo que jugando en Tercera División, estaba “tito” Violante que tiraba las camisetas para arriba y decía “agarren muchachos, agarren”. Si te tocaba la número trece le tenías que pegar una piña a uno para poder sacarle la camiseta y jugar. Era un desastre, aunque creo que lo hacía para no comprometerse.

¿Cómo se jugaban los clásicos?
El clásico es único. Eran a muerte, era una cuestión de piel. La esencia fue, es y será la misma, se juega a morir.

¿Te preparabas de otra manera ante este partido?
Uno como jugador se prepara de otra manera, la adrenalina va a full. La motivación es otra y si me preguntas porque, no lo sé.

CON LA CASACA TRICOLOR

P.J

P.G

P.E

P.P

Goles

Amo.

Exp.

Debut

Títulos

62

26

11

25

1

5

-

1984

1


Entrevista realizada por Marcos Niggli (gracias negro)
Matías Schenón para sangretricolor.bolgspot.com

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