miércoles, 16 de mayo de 2007

Memoria de Fuego: 19 de Mayo de 1979

Llega la fecha patria para el adicto Tricolor, y uno recuerda todas las emociones y algunas angustias, que este Club le ofreció a lo largo de los 28 años de vida. El hincha, el gol, el ídolo, los jugadores, el director técnico, los dirigentes, en fin, el fútbol; que desde el 19 de mayo de 1979, enorgullece a los que han defendido estos colores a lo largo de La Costa y de la Provincia de Buenos Aires.

Por eso, una vez por semana, el hincha huye de su casa y acude al alambrado a ver a su equipo. Flamean las banderas, suenan las matracas, los proyectiles, los bombos y los papelitos: el pueblo desaparece, la rutina se olvida y sólo existe el templo.
En el reducto, donde los once hombres de pantalones cortos, son los encargados de engendrar sonrisas, gritos y satisfacciones, transpirarán la camiseta como lo hacen los hinchas en las gradas y cabecearán y patearán la globa junto al jugador de turno. También traga saliva, traga veneno, grita, insulta y se come las uñas. El hincha juega, porque a menudo dice “hoy jugamos nosotros” o “como goleamos”. Bien sabe el jugador número 12 que empuja y da ánimo a las almas que se robustecen con su aliento en busca del gol del triunfo.

El gol, orgasmo del fútbol, desata la locura cada vez que esta besa las mallas. El gol, aunque sea un golcito resulta siempre un golón para el hincha, que se olvida que esta en los tablones y se desprende de la tierra y se va al aire; y para el jugador, que roja deja la garganta y corre ciego con sus compañeros para enredarse, en el abrazo de gol.
Pues, el hincha Tricolor, recuerda los goles a Social Santa Teresita, el gol de Julio Astudillo a Social San Clemente en 1988, los goles de Juan Moreno en las finales de ´96, ´98 y ´99, los goles de Ángel Baíz a Atlético Villa Gesell en la final del 2000, los goles de Porcuna en el histórico triunfo a San Lorenzo de Mar del Plata en el Estadio Mundialista, los goles de Argüelles y Caraballo en el 2002. Los goles, amor sin desencuentro, están ligados a la historia viva del Tricolor.


Y en los goles, asoman los ídolos, llegan los campeonatos y la pelota, lo busca. En él, la globa descansa, lo reconoce y lo necesita, como el aire a los pulmones. En el coraje de su pie, se hamaca, le saca lustre y la hace hablar. En Defensores Unidos, “tati” Guzmán, Carlos Lazarte, Fabio Machado, Alberto Banquero, Marcelo Lizardo y Ángel Moreno, prototipos del ídolo, del jugador destinto, exquisito y de potrero, no llevaron dicho estandarte para propios y extraños.
El referente, la bandera, el corazón del Tricolor, vino de la cuna, transpiró la casaca desde niño y cambió su juego vistoso por la fuerza y el temperamento. De todas formas, Gastón Niggli, no trato mal a la caprichosa, su pie la supo acariciar y le robo sonrisas por su toque refinado e impalpable. El ídolo, no tiene limitaciones y justamente, es el jugador con más presencia y más campeonatos de la historia fuerte del Tricolor.


Como este jugador, muchos han entrado al verde campo con los colores pegados en el cuerpo y el barrio lo envidia. Juega por el placer y juega para ganar. Porque los años han dictado que el jugador que está en las filas de Defensores Unidos, tiene que ser ganador y arrollar en cualquier cancha y ante cualquier rival. En fin, estos jugadores no han defraudado y en 28 años se alzaron con 15 títulos. Muchas fueron las vueltas olímpicas, las epopeyas en canchas visitantes y los goces en terreno propio. El camino fue una agonía pero de las penas se aprendió a complacerse y ahora, la historia pone al Tricolor en el pedestal del éxito.

Y mucho tienen que ver los directores técnicos, él orquesta que dirige a sus dirigidos de la línea de cal. Sentado en el banco de relevos, los domingos lleva a escena los ensayos previos de la semana y disfruta un gol de laboratorio como propio y se adjudica un planteo táctico certero, con el cual se aferra a la victoria en el pitazo final. Pero también, es juzgado como apóstata cuando el equipo no rinde y los resultados le da la espalda al abrazo del triunfo. Y si de técnicos hablamos, Rubén Velázquez es el hombre. Ganador por naturaleza y concienzudo por consecuencias, llego al esplendor en su primera temporada y siguió cosechando medallas hasta situar en la solapa de la grandeza 10 campeonatos.

Estos títulos, no sólo se consiguieron porque el hincha apoyo al equipo, porque el gol le ratifico el triunfo y el ídolo y el jugador defendieron con el alma la camiseta y él técnico acertó en su faceta de director de obra. Todo esto, estuvo respaldado por un cuerpo dirigencial que apostó al Club y a su grandiosidad. A unos incipientes hombres que lucharon en los comienzos para fomentar la Institución y a los semejantes que se sumaron a un proyecto que a paso de hormiga construyeron el denominador C.A.D.U en la comunidad. Alfredo Iriart y Jorge Fernández, insignias de este modelo, reflejan en sus vidas y en el trabajo, el crecimiento sin espinas del Tricolor.

Así es, que este recitado se debe al fútbol, en un alegre viaje del placer al deber: 1979 es el año naciente de este ciclo, en donde el juego se ha convertido en espectáculo y éste se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos del mundo, que no se organiza para jugar sino para impedir que se juegue. Por suerte, para los adictos del fútbol, existe Defensores Unidos y sus 28 años de garra, gloria y corazón.

Gonzalo Niggli para sangretricolor.blogspot.com

5 comentarios:

Anónimo dijo...

PECHUGA SOS UN ASESINO ESCRIBIENDO, COMO SIEMPRE DECIS VOS. JAJAJA TUS PALABRAS LLENAN EL ALMA Y LOS QUE SOMOS DEL TRICOLOR, NECESITAMOS ESTOS RECUERDOS GLORIOSOS. SALUDOS GENIO.

Anónimo dijo...

FELIZ CUMPLE MI AMOR!!!!!!! Y gracias pechuga por esas palabras. GLORIA; GLORIA Y MAS GLORIA. PASION, AMOR ETERNO, SIIIIII. ETERNO.
No me alcanzara la vida para devolverte ni la mitad de la felicidad que recibi de vos. SAludos a la familia tricolor.

Anónimo dijo...

Que lindo texto, muy bueno, te felicito gonzalo, segui escribiendo que para los fana del C.A.D.U. sos un lujo. Feliz Cumple!!!!

Anónimo dijo...

EL FUTBOL TE NECESITA CADU, NO FALTES NUNCA PORQUE ME EXTINGO CON VOS. SOS UN MONSTRUO PECHU, LLORE AL LEER ESTA NOTA, NO ME HAGAS ESTO, SABES QUIEN SOY Y NO HACE FALTA QUE PONGA MI NOMBRE,TE QUIERO MUCHO. FELIZ 28 TRICOLOR

Anónimo dijo...

AMOR SUPREMO, SOS LO MAS TRICOLOR!!!