Algo tiene que haber. Algún ruego sideral o un enredo universal. Algo tiene que haber. Para que la imagen termine, la mayoría de las veces, con el rival masticando polvo, rendido a los pies de la casaca Tricolor. Mar del Tuyú, dejó su cábala de casaca blanca y se puso la “naranja” para cambiar el resultado pero con eso no alcanza. Una final se juega con oficio, con huevos y sacrificio. El CADU sabe de finales aunque a veces puede tropezar pero difícil dos veces con la misma piedra. Folclore con premeditación y alevosía...
Algo tiene que haber. Para que Defensores Unidos, con el contundente 2-0 de ayer, llegue a su título 18 en 30 años de vida y para que la cortina de sonido del epílogo sea un clásico, el "dale campeón" que no pasa de moda en el conjunto de Argüelles, como contra Social Santa Teresita (terminó 9-2 entre los dos clásicos consecutivos en goles a favor y en contra). Para que la historia le cuadre para la gastada completa.
Algo tiene que haber. Para que “chulo” Peluzo, con la cinta pegada en su brazo izquierdo, de otra vuelta más y se retire como el más ganador del fútbol costero. Abrazándose con sus amigos-compañeros y mareado de tantos títulos y apretones de felicitaciones. Para que “pechuga” Niggli, en su vuelta al fútbol, se consagre bicampeón y así, alcanzar a sus hermanos con su título 13.
Algo tiene que haber. Para que justo en una final vuelva la “pepona” Rinaldi a la titularidad, y desde la portería enseñe seguridad y confianza, y encima se erija como una de las figuras del match. O para que el “topo” Montenegro, con su afinada voz sea mando y patrón de cada pelota enviada al área y ganara cada pelota dividida por su sector.
Algo tiene que haber. Para que la “momia” Maurín, en su primera temporada como titular, se desempeñe como un experimentado en la defensa Tricolor y clausurar su banda con fuerza y despliegue físico. O para que “Chechi” Claverie, después de su sufrida lesión y una nueva operación en su rodilla, entregue cuerpo y alma para recuperar el balón y llegar al gol como el domingo pasado en el clásico.
Algo tiene que haber. Para que el “griego” Cladakis sea un guerrero en el campo medio y dejar hasta la última gota de energía para luego ser retirado extenuado de la batalla. O para que el “brasilero” Vargas, en un campo de juego más parecido a un potrero, pise la pelota y haga expulsar a un inocente rival.
Algo tiene que haber. Para que “chingolo” Alday, después de una frustrante final ante el mismo rival, ayer demostrara todos sus dotes futbolísticos para endulzar los ojos del buen fútbol y colocarse en la cúpula del “club” de los gambeteadores. O para que el “pocho” Santana, además de encarar rivales y marcar un tanto decisivo en la final, se tire al piso y se “embarre” para recuperar un balón.
Algo tiene que haber. Para que el “buitre” Escola no se esconda en las difíciles y convierta el gol que abrió el marcador y el camino del triunfo. O para que la gente que confió en estos jugadores se llenaran la boca gritando por el campeón y dejar rojas las palmas de tanto aplaudir a un grupo que le regaló un bicampeonato bajo la lluvia ácida de la tribuna de enfrente donde, hinchas de la “naranja”, del Social y de Las Quintas esperaban una caída Tricolor, salvo la gente del Núcleo, donde ex jugadores del CADU, gritaron los goles del campeón de La Costa.
Algo tiene que haber. Para que Defensores Unidos sea el mejor equipo de la zona y siempre, este en la pelea del título ante diferentes rivales. El subcampeón puede ser Mar del Tuyú, como este año, o Social Mar de Ajó, como en las temporadas anteriores pero el Campeón, casi siempre es el mismo… algo tiene que haber.
sangretricolor.blogspot.com
Fotos: "triky" González
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