El conjunto de Argüelles volvió a jugar mal pero en esta oportunidad pudo vencer al conjunto verde de zona norte. A pesar del mal funcionamiento y sobre todo en ofensiva, el CADU pegó cuatro tiros en los palos y marro 3 mano a mano ante el portero visitante.
Parece contradictorio mencionar que se jugó mal y que a su vez, se tuvo 7 chances de abrir el marcador pero el que tuvo la oportunidad de presenciar el cotejo puede verificar estas angustiosas palabras del relato. ¿A que juega el CADU? Es la pregunta que el verde césped no encuentra.
Lastimosamente, los players perdieron la mística del juego colectivo y solidario por los arrebatos individuales que terminan sin rumbo y sin destino. El tridente ofensivo Sándoval-Argüelles-Maldonado no entró en sintonía en toda la tarde y cada uno, por su cuenta, intentó el juego individual. Aunque hay que destacar el sacrificio y la movilidad de Maldonado en todo el frente de ataque, que se disminuye al llegar al área por transitar tantos metros con el balón y no buscar un compañero para realizar un juego asociado.
Por su parte, el sector medio estuvo más controlado por el ingreso de Cladakis, que tuvo un buen partido y hasta tuvo el gol en sus botas que pudo haber sido la apertura del tanteador en la primera mitad. En tanto, el ingreso de Ferreyra por el lesionado Vargas, le dio buen control y salida limpia por los laterales, especialmente por el sector derecho, en donde un exhausto Claverie, llegó muchas veces al fondo pero pocas veces terminó bien la jugada.
En el complemento y cuando los minutos se iban consumando, más la desesperación de ver pegar el balón en los palos y con la posibilidad de dejar 2 puntos en el camino, Argüelles, hizo ingresar a Santana por González y paró una defensa de 3 hombres, en la que se destacó Barreiro en el cuerpo a cuerpo.
Justamente, la visita, se refugió en el fondo para salir de contra y tuvo dos veces cara a cara con Rinaldi, que tapó la primera con su humanidad y en la segunda oportunidad, el hombre de negro, vio una infracción de Palacio hacia el uno que impidió el gol visitante.
Pues, a falta de 10 minutos, Argüelles, encontró una serie de rebotes en el área visitante y empujó el tan ansiado balón al fondo de las mallas. Un gol tan merecido como la mediocridad del partido. Porque si hablamos de merecimientos, el triunfo fue justo y podría haber terminado 5 a 2 a favor del CADU pero la realidad es que el angustiante triunfo deja mucho para pensar y poco para festejar.
En fin, el Tricolor ganó y se repuso de una derrota histórica ante El Porvenir. En tanto, espera la recuperación de Escola y Niggli y ver como se repone de su golpe en la rodilla el “brasilero” Vargas.
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